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Venezuela, las cosas por su nombre

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Venezuela
Wikimedia Commons

La gran incógnita de lo que pasa en Venezuela es si definitivamente es un ataque a nivel internacional para tumbar un gobierno o es una dictadura que se niega a ceder sus privilegios.

Venezuela en los años 70 era de los países más ricos del mundo, se decía que era la Arabia Saudita de Latinoamérica. El nivel de desempleo era de un 1{85db668b0f501e45db51c03e911509520c47fa73ba3d2725b4a2b675de9388a7}, de todas partes del mundo emigraban personas para vivir en el “país perfecto”. Para la época, si alguien le decía donde prefiere vivir Canadá o Venezuela, no había ninguna duda en escoger al midas Sur Americano.

Luego vinieron gobiernos nefastos que hundieron en la crisis económica a Venezuela y como el gran mesías apareció Hugo Chávez.

Chávez era un hombre carismático, líder, que apasionaba las multitudes, para muchos (incluyéndome) era la persona que podía ayudar a unir a Latinoamérica para no dejarse pisotear más por EEUU.

Sin embargo, Chávez era populista, un pésimo administrador y por qué no, un dictador caribeño.  La situación actual de Venezuela es fruto de todas las malas decisiones que tomó Hugo Chávez.

Primer error: regalar lo que no es suyo

Cuando Chávez dirigió los destinos de Venezuela, el barril del petróleo pasó de $23 a $147,25. Con esta súper bonanza petrolera, se hubiera podido invertir en infraestructura y otras cosas que hubieran hecho crecer la economía venezolana, pero como narco de pueblo, Chávez decidió que lo mejor era regalar el dinero del pueblo venezolano a otros países, en vez de apuntalar su economía.

Y sucedió lo que tenía que suceder, bajó el petróleo y las arcas de Venezuela estaban vacías, porque Chávez prefirió arreglar los problemas de los demás y no los de su propio pueblo. Tan solo recuerden que Chávez le pagó la deuda externa a Argentina y lo primero que hizo Macri no fue ser reciproco, todo lo contrario, le hizo la guerra a Venezuela en el Mercosur.

Bolivia, Brasil, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Cuba fueron algunos de los tantos beneficiarios de la petrochequera de Chávez, dinero que jamás volvió al pueblo venezolano.

Segundo error: dejar a un inepto

De Chávez todo se podrá decir, pero fue un líder de verdad, si estuviera vivo, el caos que se vive en Venezuela no se estuviera dando. Lo peor que hizo Chávez fue dejar a Maduro a cargo de los destinos de Venezuela, un hombre pusilánime. A Maduro lo recordará la historia como el destructor del Chavismo.

Tercer error: Venezuela no es Cuba.

Lenin escribió que las revoluciones de los pueblos son como un zigzag, es decir, no hay dos historia iguales. Chávez intentó copiar el modelo cubano y eso es un imposible, son dos momentos históricos diferentes, dos países culturalmente distantes. El socialismo funciona en Cuba, pero no en Venezuela, además, hasta qué punto se puede ser tan obtuso. La URSS dejó el socialismo, China tiene un capitalismo con un partido Socialista, Cuba está evolucionando a un modelo propio y los chavistas quieren revivir modelos que se trasformaron o que dejaron de existir.

Los empresarios no son los enemigos

El Marxismo no existe, sin tener un enemigo al cual destruir y eso fue lo que hizo el Chavismo, mirar a los empresarios como sus enemigos. Ya fueran grandes o pequeños, todos fueron víctimas de las políticas equivocas, a un pequeño tendero lo obligaban a vender por debajo de los precios que el compraba, a los pocos meses estaba en quiebra; a las grandes empresas se les expropió y se puso a los militares a administrar, en total corrupción, acaparamiento e ineptitud. La maquinaria de producción venezolana se detuvo y ahí vino el desabastecimiento.

Bolivia y Ecuador hicieron bien la tarea.

Mientras que dos países relativamente pobres como Ecuador y Bolivia mejoraron sus economías, se gerenciaron desde la izquierda e hicieron que los recursos llegaran a poblaciones históricamente marginadas, lo único que hizo el gobierno chavista fue acabar con la poca clase media que existía y ahora todos son pobres, menos la pequeña burguesía que administra el país.

Una mafia llamada Guardia Nacional

Ir a la frontera entre Colombia y Venezuela es darse cuenta de cómo la Guardia Nacional Venezolana (GN) es un ejército de delincuentes, ellos son los que han provocado el desabastecimiento en el país Bolivariano. Cualquier observador puede ver a simple vista en el puente internacional Simón Bolívar, cómo por el río se sacan toneladas de alimentos con el beneplácito de la Guardia Nacional.

En la frontera hay paramilitarismo y funciona en contubernio con la GN, el contrabando de Gasolina es una mafia manejada también por ellos, así como la entrada de la droga a Venezuela. Cualquier solución en Venezuela, ya sea de izquierda o derecha, debe empezar por acabar con la GN.

¿Hay intervencionismo internacional?

Sí, sí, y mil veces sí. A Maduro lo están tratando de tumbar desde el exterior, EEUU está torciendo el brazo, está estrangulando la economía, pero como el chavismo regalo todo el dinero de Venezuela no hay cómo reaccionar.

Lo peor que puede suceder es que Venezuela se convierta en una Siria, situación que no está lejos. Una guerra prolongada deja muchos dividendos, a los países productores de armas le convendría, otros países podrían entrar y robarse el petróleo de Venezuela.

Si Maduro verdaderamente quiere a su pueblo lo debe proteger, y esa protección pasa por renunciar y dejar la puerta abierta para que en un futuro vuelva el chavismo; Si lo destituyen por vía de hechos, Maduro habrá enterrado para siempre al chavismo.

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César Rendón, es abogado, director de una fundación en Canadá. desde el 2008 es el Editor en jefe del periódico La Prensa de Canadá. Se le otorgo un reconocimiento por parte del Cónsulado de Colombia en Calgary, la Cámara de Comercio Latina de Alberta, galardono en el 2011 a La Prensa como mejor medio de comunicación.