En una acción conjunta, el Gobierno de Brasil y el de Colombia, han unido fuerzas para articular una nueva estrategia contra el narcotráfico y el traslado ilegal de armas. El Ministro de Defensa brasileño, Raul Jungmann, fue el encargado de anunciar la relación estratégica entre las dos naciones.
Por años, Colombia ha luchado para frenar el narcotráfico, no solo el que se desarrolla en el país, sino también el que tiene destino extranjero. Las fuerzas paramilitares, son parte activa e importante del problema, dificultando aún más la pelea.
El ministro informó en medios de comunicación de su país, que pronto se realizará una reunión con los comandantes de las fuerzas aéreas, de marina y ejército, el Ministro de Justicia, el jefe del Gabinete de Inteligencia y representantes de la Policía Federal de Brasil, para establecer acuerdos con las autoridades colombianas.
Asimismo, Jungmann afirmó que el presidente, Michel Temer “ampliará hasta finales de este año la Fuerza Nacional de Seguridad (un grupo élite con miembros de las diferentes policías del país) a 7.000 efectivos”.
También manifestó, que el crimen organizado se ha extendido a muchas zonas del país, lo que se frenará con la actuación de la Fuerza Nacional, especialmente en la localidad de Baixada Fluminense, Rio de Janeiro, en donde se han presentado acciones violentas como incendios en transportes públicos, saqueos y robos masivos.
Dos grandes grupos de carteles de han dividido el territorio fronterizo, estableciendo rutas que atraviesan la selva con mercado ilegal. Jungmann resaltó que aunado a esto, el Gobierno brasileño financiará un programa de vigilancia de alta tecnología, que beneficiará el trabajo de 1500 soldados.
Brasil cuenta con 15mil kilómetros de frontera vigilados por el Ejército Nacional, con el objetivo de evitar que la cohesión de territorio con Colombia, siga siendo utilizada como una creciente vía para el narcotráfico de drogas, armas de fuego y el secuestro de personas inocentes.
