Luego de los fuertes disturbios y la presencia militar en las calles de Zimbabue, el ejército hizo una declaración a través de los medios de comunicación públicos, en donde aseguraron que no están llevando a cabo un golpe de estado y que el presidente Robert Mugabe se encuentra “sano y salvo”.
La versión ofrecida por los militares, explica que la meta son “los criminales de su entorno” y no el mandatario, ofreciéndole seguridad en todo momento. El portavoz del ejército señaló, que “tan pronto como hayamos cumplido nuestra misión, esperamos que la situación regrese a la normalidad”.
A pesar de esto, otros medios han informado que el presidente se encuentra preparando su renuncia y la salida de su esposa del país. La televisión pública de Sudáfrica SABC, indicó que Mugabe mantuvo una conversación por teléfono con su homólogo, Jacob Zuma, en donde confirmó que está “encerrado en su casa” pero bien.
En la noche, se escucharon explosiones en la capital de Zimbabue y varios vehículos militares se dispersaron por las calles. Esto ocurre un día después de que el jefe de las fuerzas armadas, Constantine Chiwenga, amenazara con tomar “medidas correctivas” si seguían la purga de veteranos en el partido y no se calmaban las tensiones políticas sobre el posible sucesor de Mugabe, de 93 años y en el poder desde 1980.
Por esto, el partido perteneciente al Gobierno acusó al comandante de “conducta traidora”. Durante la madrugada, los soldados del Ejército de Zimbabue cerraron la entrada a edificios gubernamentales de la capital, Harare, como el Munhumutapa, en donde se encuentra la oficina del presidente, el Parlamento o el Tribunal Supremo, asevero la cadena de televisión sudafricana News24.
De igual forma, todo lo que se publica en los medios apunta a una fuerte presencia militar en la carretera que lleva a la residencia rural de Mugabe, en el distrito de Zvimba.
El canal News24, reprodujo de vídeos que muestran cómo los soldados controlan el acceso al aeropuerto internacional de la capital, renombrado recientemente como Robert Mugabe. El Ejército zimbabuo podría ya haber tomado control de los medios de comunicación públicos del país, debido a las declaraciones ofrecidas.
El mismo comunicado se ha emitido cada 20 minutos en las emisoras de radio nacionales, quienes han reproducido solo canciones datadas de la guerra de independencia. Sin embargo, los rumores sobre un posible golpe de Estado, todo funciona con total normalidad, aunque el volumen de tráfico es reducido.
El mismo canal de televisión, subrayó que Mugabe estaría preparando su dimisión mientras negocia para que su mujer, Grace, salga del país. Según dicho medio, el Ejército mantiene bajo su custodia a la familia presidencial y a su guardia.
Aunado a esto, tres ministros del Gobierno de Zimbabue fueron detenidos por los militares, afirma el diario independiente NewsDay. Los tres formarían parte del conocido como grupo G40, una facción del partido que, según los expertos, tiene como objetivo expulsar a los veteranos de la guerra de independencia, como el vicepresidente Emmerson Mnangagwa, destituido la semana pasada, para nivelar el camino de la primera dama, Grace Mugabe, hacia el poder.
El presidente de Sudáfrica Jacob Zuma, declaró que enviará a Zimbabue al ministro de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, y al titular de Seguridad, Bongani Bongo, para entrevistarse con Mugabe y con los mandos de las Fuerzas Armadas.
El mandatario sudafricano, quien también es presidente de la organización regional Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC, siglas en inglés), reclamó al Gobierno de Zimbabue y a las Fuerzas Armadas que “resuelvan el ‘impasse’ político de forma amistosa”. El texto indica, “el presidente Zuma ha llamado a la calma y la contención y ha expresado su esperanza de que los acontecimientos en Zimbabue no desemboquen en cambios inconstitucionales de gobierno, dado que eso sería contrario a las posiciones tanto de la SADC como de la Unión Africana”.
