Tras una serie de explosiones ocurridas este domingo, en tres hoteles de lujo y una iglesia en Sri Lanka, al menos 207 personas murieron y alrededor de 400 resultaron heridas. Miles de personas celebraban el Domingo de Resurrección.
Las detonaciones de explosivos ocurrieron simultáneamente a las 8:45 de la mañana (hora local), en la capital, Colombo, en Katana y en Batticaloa, según informó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara.
“Por favor, permaneced en calma y dentro de las casas. Hay muchas víctimas, incluidos extranjeros”, aseguró en Twitter el ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, tras visitar varios de los lugares atacados.
Según funcionarios del gobierno, los ataques, fueron llevados a cabo por siete terroristas suicidas de un grupo militante llamado National Thowfeek Jamaath, con apoyo de grupos extremistas foráneos.
Los ataques contra minorías religiosas en Sri Lanka se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia fueron en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas, con dos muertos y decenas de detenidos.
Sri Lanka, una isla, ubicada al sur de la India, está conformada por una población cristiana del 7,4 por ciento, mientras que los budistas son el 70,2, los hinduistas el 12,6 y los musulmanes el 9,7 por ciento, según datos del censo de 2011.
Sin embargo, atentados de la magnitud de los de este domingo, en el que murieron 290 personas, no habían tenido lugar desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y que dejó, según la ONU, más de 40.000 civiles muertos.
Explosión del lunes
El lunes se produjo una nueva explosión en una camioneta cerca de una iglesia en Sri Lanka, donde murieron decenas el día anterior, cuando los oficiales de los bombardeos intentaban desactivarla.
La policía había estado inspeccionando el vehículo en ese momento, intentando desactivar tres bombas que se descubrieron en el interior. No obstante, los dispositivos explotaron, enviando a los transeúntes y las fuerzas de seguridad a resguardarse. No se han reportado lesiones.
