El dirigente opositor, Antonio Ledezma, huyó durante la madrugada de este viernes de su residencia en Caracas, donde se encontraba recluido cumpliendo arresto domiciliario.
El exalcalde de Caracas ingresó a territorio colombiano por el Puente Internacional Simón Bolívar en el estado Táchira, según informaron las autoridades de migración Colombia.
Ledezma fue arrestado en el año 2015, cuando el Gobierno nacional lo acusó de conspiración para derrocar al presidente Nicolás Maduro, mientras ejercía el cargo de alcalde metropolitano de la capital.
El pasado miércoles, el opositor habría cumplido 1000 días de reclusión, de los cuales algunos los pasó en la cárcel militar de Ramo Verde hasta su traslado a arresto domiciliario debido a problemas de salud. Este viernes se tenía prevista la celebración de su juicio, que ha sido aplazado en repetidas ocasiones.
El 31 de julio, el político publicó un video en el que pedía autocrítica a la oposición, agrupada en la coalición de partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Asimismo, señalaba que la predominancia de intereses personales e individualistas entre las filas de la MUD, eran la causa de la división que vive actualmente la oposición.
Por el momento se desconocen los detalles de la fuga de su residencia que se encontraba en constante vigilancia policial. No obstante, se supo que el recorrido duró unas 15 horas desde la capital, y según sus propias palabras, fue “una travesía peliculesca, porque pasamos más de 29 puestos entre guardias nacionales y policías”.
Ledezma habría abordado un vuelo comercial en el aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta – Colombia. Aunque se desconoce el destino, algunas fuentes aseguran que se dirige a Europa.
Antes de partir de la ciudad fronteriza, el opositor declaró a medios locales que “irá a donde le abran la puerta”. De igual forma, recalcó su compromiso con la lucha contra el régimen madurista diciendo: “Donde haya un micrófono, allá estará mi voz”, “Mi voz se une a la coral de voces de venezolanos que han pedido auxilio de Colombia”.
