El oceanógrafo de la Universidad de Utrecht en Holanda, Erick van Seville, quien se especializa en la circulación de los océanos, estudió y diseñó una animación que muestra el viaje que hacen los desperdicios de muchos lanzan a los mares.
Por medio de boyas que flotan en el océano, recibió mensajes en distintos centros de investigación científica cada seis horas, sobre la ubicación de los mismo y las condiciones de lo que los rodeaba. Así, logró crear un modelo estadístico de los movimientos de circulación del agua.
Debido a esto creó el sitio web PlasticAdrift, en donde informa el posible camino y el destino de la basura plástica que flota en los mares, al menos por un período de 10 años.
Al ingresar a la página, puedes indicar el punto de partida del desecho y luego podrás observar hacia donde se dirigirá. De esta forma, se puede saber cómo una botella tirada al océano en Acapulco, México, puede llegar por medio de un remolino de basura al Pacífico Norte.
Algunos plásticos viajan hasta el sur, pero una gran cantidad es llevada hacia el oeste primero lo que sería Asia, antes de emerger hacia el norte y terminar en la misma zona.
Más plásticos y menos peces
Aproximadamente entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico, llegan a los océanos cada año. Recientes investigaciones han comunicado que la cifra está en aumento y para el 2050 la cantidad de plástico en los mares podría superar a la cantidad de peces.
El plástico que llega a los océanos puede tardar siglos en descomponerse por completo, por ejemplo: una botella de plástico común, demora 450 años. Además, los expertos de la organización ecologista calculan que de aquí a 2020 el ritmo de producción de plásticos aumentará hasta un 900 % respecto a las cifras del año 1980 con cantidades superiores a los 50 millones de toneladas anuales. La mitad de este incremento se producirá en el curso de la última década.