Un empresario chino, que sería un dirigente local del gigante tecnológico Huawei según los medios, y un polaco sospechosos de espionaje fueron detenidos en Polonia, una medida que causó preocupación en Pekín.
Huawei no confirmó a la AFP, si el sospechoso era uno de sus empleados y aseguró que “seguía de cerca” estas informaciones.
Huawei, fundado por un antiguo ingeniero del ejército chino, ya está en el punto de mira de varios países, entre ellos Estados Unidos, Australia y Japón, por sospechas de supuesto espionaje. Los tres países le prohibieron establecer una red de internet ultrarrápida, la 5G.
El ciudadano polaco implicado había trabajado para órganos oficiales y era actualmente consultor de la filial polaca del grupo francés de telecomunicaciones Orange.
“Un polaco y un chino fueron detenidos bajo la acusación de espionaje. El chino es un empresario que trabaja para un importante grupo electrónico”, declaró el viernes el adjunto del ministro coordinador de los servicios especiales, Maciej Wasik, citado por la agencia PAP.
Los dos individuos son sospechosos de haber actuado “para los servicios chinos y en detrimento de Polonia”, precisó Stanislaw Zaryn, portavoz del ministro coordinador de los servicios especiales.
Un tribunal estableció el jueves un periodo de detención provisional de tres meses para los dos hombres, Weijing W. y Piotr D., indicó Zaryn, dando, conforme a la ley del país, solo los nombres de los sospechosos y la inicial de su apellido.
Recientemente, un caso judicial implicando a Huawei, sin estar relacionado con el espionaje económico, ya tensó las relaciones entre Estados Unidos y China.
El 1 de diciembre, una responsable del gigante chino de telecomunicaciones fue detenida en Canadá por pedido de Estados Unidos. La indignación de Pekín fue todavía mayor teniendo en cuenta que se trataba de la hija del fundador de Huawei, de la que Washington sospecha de complicidad de fraude para desviar las sanciones estadounidenses contra Irán.
Desde su detención, 13 canadienses fueron arrestados en China, ocho de los cuales fueron puestos luego en libertad, indicó el 4 de enero el ministerio canadiense de Relaciones Exteriores.