Noura Hussein, una joven de 19 años fue condenada a muerte por un juez en Omdurman, Sudán, por apuñalar a su esposo cuando la estaba violando. La familia del hombre se rehusó a recibir una compensación económica por la muerte del sujeto.
“Quedé en shock cuando el juez me sentenció a muerte por asesinato. Ahí me di cuenta de que iba a ser ejecutada y que mis sueños se quedarían sin realizar”, le dijo Noura a varias de las personas que le mostraron su apoyo y que estuvieron presentes durante el juicio.
El equipo de abogados de Noura tiene 15 días para apelar la decisión del juez, que acabará con la vida de una mujer joven, obligada a casarse con un hombre y violada por este, pero que en defensa propia lo apuñaló.
Varios grupos de defensa de Derechos Humanos en África, Estados Unidos y Europa han iniciado campañas para intentar revertir la condena. El hashtag #JusticeforNoura (justicia para Noura) se convirtió en tendencia en Twitter.
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El argumento de quienes defienden a la mujer, se centran en que “la tragedia no comenzó cuando Noura apuñaló a su esposo, sino tres años antes, cuando ella tenía 16 años y fue forzada a casarse con el beneplácito de su familia” reseña BBC Mundo.
Huyendo de un destino forzado
Desde que fue obligada a casarse, Noura intentó escapar en varias ocasiones para cumplir sus sueños de ser maestra. Durante casi tres años, la adolescente logró eludir a su marido, que la buscaba para que regresara a casa.
Sin embargo, durante el juicio relató que mientras se encontraba en casa de sus padres escondiéndose de su esposo, fue engañada por su familia para que volviera con él. Seis días después de volver, fue violada entre varios hombres.
“Ella no quería tener relaciones sexuales con él. Entonces su marido reclutó a varios primos cercanos y los trajo a la casa, donde entre todos la sostuvieron mientras el marido la violaba”, le dijo Sarah ElHasan, una activista que apoya la causa de Noura en Sudán, a la cadena Al Jazeera.
Asimismo, la declaración de Noura señala que pocos días después de este incidente, el marido quiso volver a violarla, pero esta vez la joven se resistió y en medio del forcejeo ella lo apuñaló por la espalda; herida que le causó la muerte.
La joven fue entregada a la policía por su familia y juzgada bajo la ley sharia – ley religiosa del islam – que contempla la pena de muerte o una compensación económica en estos casos.
“Bajo el cobijo de la ley sharia, la familia del esposo podía pedir compensación económica por la muerte de su pariente”, le dijo a la BBC Badr Eldin Salah, un activista del Movimiento de Juventud Africano. La familia del hombre rechazó la compensación y pidió pena capital para Noura.
Yasmeen Hassan, del grupo Equality Now que lidera la campaña a favor de la joven considera que “Sudán es un país extremadamente patriarcal, donde el respeto al hombre se hace obedecer”.
“Es un lugar donde se permite que las niñas se casen a los 10 años, donde a las mujeres se les dice lo que deben hacer y lo que no. Y Noura es una chica que quiere educación, que quiere hacer algo bueno y se ha visto atrapada en una situación que la deja ahora víctima del sistema”, agregó.
Por su parte, la organización Amnistía Internacional, sancionó la decisión argumentando que sentenciar a muerte a una mujer “por matar en defensa propia a su marido cuando la estaba violando” muestra la “falla de las autoridades para atacar problemas como el matrimonio infantil, forzado y la violación por parte de los esposos”.
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