La tensa jornada electoral vivida este jueves en Kenia, dejó al menos seis personas muertas. Esto como consecuencia de las elecciones presidenciales, que resultaron boicoteadas por la oposición que denuncia la poca transparencia del proceso.
El líder del principal grupo opositor Súper Alianza Nacional (NASA, por sus siglas en inglés), Raila Odinga, pidió a los seguidores que se quedaran en casa, pero las protestas continuaron tan fuertes que la Comisión Electoral se vio obligada a posponer al sábado la votación en cuatro de los 47 condados del país.
Dichas áreas están ubicadas al oeste de Kenia, son Homa Bay, Migori, Siaya y Kisumu (la tercera ciudad del país), refugio de la oposición, donde las barricadas y los controles informales impidieron abrir los colegios electorales. En todo el país, 5.319 de los 40.883 centros de votación no pudieron abrir sus puertas.
A pesar de que las autoridades aseguraron las máximas condiciones de seguridad durante las elecciones, en Kisumu la policía no pudo acceder al almacén en donde guardaban las urnas y papeletas. En Homa Bay, nisiquiera se atrevieron a acudir a los centros de votaciones, debido a las fuertes amenazas.
El presidente de la Comisión Electoral, Wafula Chebukati, expresó en rueda de prensa que si el sábado se llevan a cabo las mismas protestas, “la Comisión tendrá que tomar una decisión”. De igual forma, los observadores nacionales denunciaron ataques y robos en zonas de Mombasa y Nairobi, las dos principales ciudades del país.
La policía hizo uso de una gran cantidad de material antidisturbios y munición real, dejando al menos seis muertos por heridas de bala y decenas de heridos. La Policía, considera que “la mayoría del país está en paz”, aseguró en un comunicado que las protestas no son más que “incidentes aislados” protagonizados por “bandas de jóvenes”.
Las redes sociales se colmaron de imágenes que mostraban los centros de votación totalmente vacíos. Pero en otras localidades en donde la oposición no cuenta con tanta fuerza, las votaciones se llevaron a cabo con normalidad.
El ministro keniano del Interior en funciones, Fred Matiangi, afirmó que no había “ningún problema de seguridad”, pero los funcionarios tuvieron que hacer uso de guardas forestales y funcionarios de prisiones, entre otros funcionarios, para armar un dispositivo de 130.000 agentes.
La Comisión Electoral presentó los datos de participación al cierre de los colegios, situándolo en un 48 {85db668b0f501e45db51c03e911509520c47fa73ba3d2725b4a2b675de9388a7}, lo que contraste con el 79,5 {85db668b0f501e45db51c03e911509520c47fa73ba3d2725b4a2b675de9388a7} que se registró en los comicios del 8 de agosto. un funcionario de la Comisión asignado al colegio
La NASA llamó a boicotear la votación ya que consideran que la Comisión Electoral no llevo a cabo las reformas necesarias para garantizar que no se repitieran las irregularidades que provocaron que el Tribunal Supremo anulara los comicios del pasado 8 de agosto, que se saldaron con la reelección de Kenyatta.