El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, hizo su primera aparición pública este viernes luego de la toma militar del miércoles, que lo dejó bajo arresto domiciliario.
Mugabe fue parte de una ceremonia de graduación en Harare. La agencia de noticicas Reuters informó que algunos testigos afirmaron que el mandatario fue aclamado luego de dirigir unas palabras a los presentes.

Asimismo, cantó el himno nacional y caminó con los congraciados lentamente sobre la alfombra roja. El líder político que dentro de poco cumple 40 años en el poder, se encuentra bajo arresto domiciliario, luego de una toma militar por parte del ejército en el marco de la disputa de quién sería su sucesor.
A pesar de esto, el nonagenario se niega a abandonar la presidencia. Fuentes del ejército comentaron este viernes que están “entablando” conversaciones con Mugabe y señalaron que han estado arrestando a quienes llamaron “criminales” en torno al presidente, pero no aportaron ningún nombre.

En un mensaje televisivo, los militares anunciaron que informarán a la nación del resultado de las conversaciones con Mugabe “tan pronto como sea posible”. Por su parte, el líder de la oposición, Morgan Tsvangirai, aseveró que era “del interés del pueblo» que Mugabe «renuncie inmediatamente”.
El corresponsal de la BBC Andrew Harding informó, desde Zimbabue, que los involucrados en la toma militar, buscan una salida digna al presidente. Otras fuentes argumentan que están realizando un complejo acuerdo que podría acarrear una lenta transición, seguida de elecciones y la salida del hombre que ha gobernado Zimbabue desde 1980.

Las fotografías publicadas muestran a un presidente aparentemente tranquilo y con una gran sonrisa. El mandatario se reunió con el comandante del ejército, general Constantino Chiwenga y dos enviados de la Comunidad para el Desarrollo de Sudáfrica, en la residencia presidencial, en Harare.
El corresponsal de la BBC indicó que si se logra persuadir a Mugabe a dimitir oficialmente, la medida podría justificar la intervención del ejército. Algunos medios de comunicación han comunicado que Mugabe busca garantías de seguridad para él y su familia antes de renunciar.
Estas garantías tendrían que abarcar a su esposa, Grace, quien se desempeñaba como sucesora a la presidencia, acción que fue el detonante para que el ejército tomará la presidencia.