Un fuerte seísmo de 6,1 grados se registró la mañana de este lunes en Osaka, oeste de Japón, y ha dejado un saldo de tres personas fallecidas y más de 200 heridos.
Según el Servicio Meteorológico de Estados Unidos, el movimiento tuvo una magnitud de 5,3 a una profundidad de 15,4 kilómetros. Sin embargo, Las autoridades japonesas han estimado la magnitud en 6,1 y la profundidad en 13 kilómetros.
El terremoto dejó sin suministro eléctrico más de 170.000 viviendas. También ha interrumpido el servicio ferroviario y provocó numerosos incendios. Las autoridades niponas también han informado que ninguno de los reactores nucleares del país se ha visto afectados.
Yoshihide Suga, portavoz del gobierno, confirmó a la prensa el fallecimiento de dos personas; los medios locales confirmaron la muerte de una tercera. La primera víctima es una niña de nueve años que murió al quedar atrapada por una pared que se derrumbó en su escuela, informó la agencia Kyodo.
NHK, televisora pública, informó que otro de los fallecidos era un anciano de 84 años que pereció al caerle encima una pared de su casa, en la localidad cercada de Ibaraki. El tercer fallecido a causa del seísmo es un anciano de 80 años que perdió la vida al caerle encima un librero en su casa.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, dio instrucciones a su gobierno con el “objetivo prioritario de salvarle la vida a las personas”. Además, también giró la orden para reunir lo más rápido posible información sobre los potenciales daños.