La Junta Directiva de la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por los sandinistas, destituyó a 28 diputados opositores, por lo que estos calificaron la medida como un golpe de Estado al Poder Legislativo.
El jefe de bancada, Wilber López, precisó que “la destitución masiva de los diputados de oposición constituye un hecho sin precedentes en la historia de Nicaragua y con ella el régimen de Daniel Ortega está dando un golpe de Estado al Poder Legislativoâ€Â.
De acuerdo a los diputados destituidos, la decisión del Consejo Supremo Electoral (CSE), avalada por la directiva parlamentaria, demuestra desprecio por el voto ciudadano que los eligió y destruye la ya debilitada democracia representativa en Nicaragua al cerrar el último espacio institucional para la oposición.
Denunciaron que “la destitución de los diputados opositores constituye la demolición del último bastión de la institucionalidad democrática y el Estado de Derecho porque violenta todos los procedimientos legales y destruye las bases del sistema constitucional nicaragüenseâ€Â. Entre los 28 representantes depuestos se encuentran 16 propietarios y 12 suplentes.
Asimismo, agregaron que con esa decisión se rompió el principio de independencia y equilibrio de los poderes del Estado, el pluralismo polÃÂtico en el Parlamento, y que se confirman intenciones de Ortega de querer imponer un sistema de partido único en Nicaragua, justo a tres meses de las elecciones presidenciales.
Finalmente, los diputados afectados solicitaron a la comunidad internacional a abordar con urgencia la situación de la democracia y el Estado de Derecho de Nicaragua, a fin de adoptar acciones orientadas a la restitución de elecciones libres y participativas, y la inmediata restitución a sus cargos.
