Uber renovó significativamente el anticuado mundo del servicio de taxis en el mundo, sin embargo, las crecientes disputas internas entre empleados, accionistas y su anterior CEO, han dejado claro que la prometedora compañía podría perder su liderazgo en el sector.
Una empresa estonia, llamada Taxify, se está expandiendo a lo largo de Europa y América, ofreciendo como novedad el pago salarios mucho más altos que Uber, manteniendo así mayor receptividad de los empleados.
Además, su costo para los usuarios también es mucho más barato, un trayecto puede incluso llegar a costar la mitad en Taxify que en Uber, aunque estos últimos siguen siendo más baratos que el taxi tradicional.
No obstante, según los analistas el problema con este modelo de negocio llegaría más adelante, cuando no haya competencia y queden únicamente los servicios más baratos: será momento de subir precios de forma gradual, terminando por alcanzar las tarifas que ya existían.
Hasta ahora, en los países donde Taxify ha iniciado operaciones, la experiencia general de los usuarios es generalmente buena. A pesar de esto, la mayoría de las quejas se centran en la poca disponibilidad de taxis que hay, pues como no está muy extendido, en ocasiones hacen falta más.
La compañía estonia ha recibido cuantiosas inversiones y financiamiento desde su creación, por lo que sus planes de expansión parecen ser prometedores. Por el momento, solo opera en las ciudades de Vienna, Bakú, Praga, Tallin, Tartu, El Cairo, Paris, Londres, Tiflis, Budapest, Bagdad, Nairobi, Kaunas, Vilna, Riga, Malta, Durango, Ciudad de México, Lagos, Varsovia, Bucarest, Belgrado, Bratislava, Kiev, Ciudad del Cabo, Durban y Johannesburgo.