Desde el Mundial de Inglaterra en 1966 ha sido una constante cada cuatro años elegir una mascota que sirva como la cara visible del país organizador del evento. En el caso de Rusia 2018, el turno le correspondió a Zabivaka, un lobo antropomórfico cuyo nombre significa “pequeño goleador”.
La creadora de Zabivaka, la estudiante Ekaterina Bocharova, se inspiró en los cuentos infantiles que oía siendo una niña y decidió usar a un lobo ya que es un personaje popular en las fábulas y cuentos rusos. La mascota viste los colores del uniforme de la selección rusa y unos anteojos deportivos de color naranja.
El proceso de selección de la mascota para este evento comenzó en el año 2016 cuando la FIFA y el Comité Organizador utilizaron las redes sociales para pedirles la opinión a los aficionados sobre los tipos de personajes favoritos que les gustaría ver como mascota.
Con la opinión del público en la mano, se procedió a invitar a todos los talentos del país para que presentaran sus diseños. Los tres finalistas fueron un gato, un lobo antropomórfico muy popular en los cuentos infantiles y un tigre siberiano (que se antojaba como el favorito al tratarse de una especie autóctona).
Una vez conocidos los finalistas, la FIFA utilizó una encuesta en su página web para escoger al ganador. Zabivaka resultó ganador con el 53 % de los votos totales.
Según su creadora, Zabivaka es un lobo encantador, sociable y divertido que ama tomarse selfies y siempre compite con el máximo respeto por sus rivales.
La FIFA describe a Zabivaka de la siguiente manera: “Puede que sea el más joven del cuadro, pero no encontrarás a otro jugador más rápido, audaz o hábil con una pelota de fútbol. El talento del lobo casi siempre contribuye al éxito de su equipo”.
El premio de Bocharova por la creación de la mascota oficial del Mundial fue de apenas 500 dólares, mucho menos de lo pagado por Futix (Francia 1998) o Fuleco (Brasil) que costaron millones de dólares.
