La mayor parte de Venezuela aún no tenía electricidad la noche del viernes, más de 24 horas después de que un apagón masivo dejara a más del 70% del país sin electricidad. Algunos estados como Táchira y Mérida, llevan más de 40 horas sin servicio.
El apagón detuvo el tránsito masivo en la capital de Caracas, cerrando negocios, estaciones de servicio e incluso interrumpiendo las operaciones en los hospitales.
Mauro Zambrano, representante del sindicato de hospitales y clínicas de Caracas, dijo a CNN que ha habido cuatro muertes en hospitales. Una muerte tuvo lugar en el Hospital Magallanes y otra en el Hospital Universitario, indicó Zambrano, y agregó que a pesar de que ambos hospitales tenían electricidad “hubo algunos fallos”. Las otras dos muertes tuvieron lugar en el Hospital de Niños y en el Hospital Miguel Carreño, donde murió una bebé prematura, denunció Zambrano.
También hay problemas en otros hospitales, señaló Zambrano, como la unidad pediátrica en el Hospital El Algodonal en Caracas que está cerrada por 15 días, las fallas eléctricas en el Hospital Periférico en Catia o cómo el Hospital Periférico de Coche ha estado cerrado durante cuatro meses debido a Fallas eléctricas.
Las autoridades culparon rápidamente del apagón a los saboteadores antigubernamentales. Hablando en VTV, el ministro de Electricidad, Luis Motta Domínguez, calificó el apagón como una “guerra eléctrica” y un acto de sabotaje.
Alegó, sin ofrecer pruebas, que el ataque tuvo lugar en la principal central hidroeléctrica de Venezuela, en Guri, en el estado sureño de Bolívar, que proporciona aproximadamente el 70% de la energía del país.
“Esto es un ataque (contra) el gobierno, esto es un ataque (contra) la gente y hay comunidades que en menos de 15 minutos ya habían salido a protestar y cerrar calles”, dijo Domínguez.
“La gente generalmente espera hasta que se restablezca el servicio. Entonces, esto verifica y confirma que esto fue planificado de antemano”, aseguró el ministro.
No obstante, un ex ejecutivo de electricidad en la Corporación Nacional de Electricidad de Venezuela declaró a CNN que la interrupción de la central eléctrica fue probablemente el resultado de un equipo viejo y un mal mantenimiento.
“Ese daño ocurrió porque las máquinas son viejas”, dijo Miguel Lara. “No hay piezas de repuesto o suficientes personas para actualizar el sistema”. Los apagones se han convertido en un fenómeno cotidiano en Venezuela a medida que la crisis económica ha empeorado, pero una de estas magnitudes es rara al menos en la capital.
Asimismo, la central hidroeléctrica del Guri, es un lugar controlado por funcionarios militares, que no es de fácil acceso para civiles. Por el momento, el Gobierno no ha presentado pruebas del “ataque”, ni ha especificado cuales fueron las causas de la interrupción.
La inflación desenfrenada y la escasez de alimentos se han apoderado del país bajo el asediado presidente Nicolás Maduro, y millones han huido a los países vecinos a medida que la escasez, la agitación política y las tasas de delincuencia se han disparado.
El apagón afectó a la capital, Caracas, así como a al menos 15 de los 23 estados del país. Miles de personas han perdido los pocos alimentos que tenían refrigerados, electrodomésticos se han quemado y también se han reportado medicamentos dañados debido a la falta de refrigeración.
