En Moscú, Brasil le ganó sin problema a una selección serbia que careció de ambición para ir en busca del encuentro en el que necesitaba ganar imperiosamente para no depender del resultado entre Suiza y Costa Rica.
La primera gran incidencia del encuentro llegó al minuto 10, cuando Tite se vio forzado a sacar a Marcelo de la cancha por un golpe recibido en la cadera. Su reemplazante fue Filipe Luis, lateral zurdo del Atlético de Madrid.
Serbia empezó a dominar poco a poco el encuentro haciéndose dueña del balón gracias al excelso trabajo de su doble pivote integrado por Nemanja Matic y Sergej Milinkovic-Savic. El desequilibrio individual de Kostic por la izquierda y Tadic por la izquierda, complicaron constantemente a los laterales cariocas.
Aunque Serbia tenía la necesidad de marcar un gol para asegurar su clasificación, el dominio del balón no lo pudieron transformar en peligro sobre el arco brasileño. La línea defensiva de los de Tite se mostró muy sólida y no pasó ningún problema ante los europeos.
La primera gran ocasión del encuentro fue brasileña. Al minuto 24 una combinación entre Gabriel Jesus y Neymar terminó con un remate de zurdo de este último que se encontró con una mano providencial del meta Stojkovic.
Brasil volvió a avisar cinco minutos después de que Gabriel Jesús no pudiera definir en un mano a mano ante el meta serbio. Dos minutos después, fue Mitrovic el que no pudo definir cómodo ante Alison y el balón salió por encima del travesaño.
Brasil fue el primero en pegar. Al minuto 35, un excelso pase de Coutinho encontró desmarcado a un Paulinho que definió con mucha clase por encima del meta Stojkovic. El gol le devolvió a Brasil el primer lugar del grupo, pues Suiza se estaba imponiendo a Costa Rica también por la mínima diferencia.
A partir del gol, Brasil dominó el encuentro sin problema. La buena circulación de balón entre Neymar y Coutinho mantenía el elemento de juego fuera del alcance de los europeos, que tampoco se vieron ambiciosos a la hora de buscar el arco rival.
En el segundo tiempo, Serbia tampoco encontró el buen fútbol. Los encargados de la generación de jugadas ofensivas Milinkovic-Savic, Kostic, Tadic y Ljajic fueron presa de las imprecisiones y no pudieron poner mano a mano a Mitrovic con Alison.
Al 57, Brasil pudo ampliar la ventaja. Tras un contragolpe de manual, Neymar remató de pierna zurda ante el meta Stojkovic, pero el cancerbero envió el balón al tiro de esquina. Al 60, fue Serbia la que avisó por intermedio de un cabezazo de Mitrovic que se estrelló milagrosamente en Thiago Silva y el rebote fue a parar a las manos del arquero.
Nuevamente se salvó Brasil al 62 cuando el remate de Milinkovic-Savic no encontró destino de arco y salió desviado. Los europeos empezaban a despertarse de la pasividad mostrada durante todo el compromiso.
Nuevamente al 64 se acercaron los de Krstajic. Un nuevo centro de Rukavina desde el sector derecho fue cabeceado por Mitrovic encontrando bien ubicado a Alison quien controló el balón sin problema.
Cuando peor la pasaban los brasileños, llegó el gol de la tranquilidad. Un tiro de esquina cobrado desde el sector derecho encontró libre y sin marcas a Thiago Silva quién cabeceó a placer para establecer el 2 – 0.
Filipe Luis estuvo cerca de sumarse a la fiesta goleadora de Brasil, pero su remate fue rechazado por Stojkovic.
Los minutos finales no depararon grandes emociones en un encuentro que Brasil dominó sin problema. Ahora, los de Tite enfilan sus armas para enfrentarse a México el próximo lunes 2 de julio en el Cosmos Arena de Samara.
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