El presidente Donald Trump emitió una orden que prohíbe a la mayoría de las tropas transgénero servir en el ejército, excepto en “circunstancias limitadas”. La Casa Blanca explicó que retener a las tropas con antecedentes o diagnóstico de “disforia de género” – que pueden requerir un tratamiento médico sustancial – “representa un riesgo considerable para la efectividad y letalidad militar”.
Trump sorprendió al liderazgo del Pentágono en un tweet de 2017 cuando declaró que revertiría un plan de la era de Obama para permitir que las personas transgénero sirvan abiertamente.
Su impulso a la prohibición ha sido bloqueado por varios desafíos legales, y cuatro tribunales federales han fallado en contra de la prohibición. El Pentágono respondió permitiendo a los que sirven permanecer en el ejército, y comenzó a permitir que las personas transgénero se alisten a partir del 1 de enero.
“Esta nueva política permitirá a los militares aplicar estándares de salud física y mental bien establecidos, incluidos los relacionados con el uso de medicamentos, por igual a todas las personas que quieran unirse y luchar por la mejor fuerza militar que el mundo haya visto” afirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders.
La nueva política fue atacada rápidamente por los demócratas del Congreso y los grupos de derechos civiles. La líder demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, tuiteó: “Nadie con la fuerza y la valentía para servir en el ejército de los EE. UU. Debe ser rechazado por ser quien es. Esta odiosa prohibición está diseñada para humillar a nuestros valientes miembros transgénero de las fuerzas armadas que sirven con honor y dignidad”.
La Campaña por los Derechos Humanos (HRC), la organización de derechos civiles LGBT más grande de la nación, acusó a la administración Trump de empujar “prejuicios anti-transgénero sobre el ejército”.
“Simplemente no hay forma de darle vueltas, la administración Trump-Pence está haciendo todo lo posible por su prohibición discriminatoria, inconstitucional y despreciable de las tropas transgénero”, dijo Chad Griffin, presidente de HRC.
Joshua Block, abogado senior del Proyecto LGBT y VIH de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo que la política “coacciona efectivamente a las personas transgénero que desean servir para elegir entre su humanidad y su país, y deja en claro que los miembros del servicio transgénero no son bienvenidos”.
El viernes anterior, el mayor David Eastburn, portavoz del Pentágono, dijo que el anuncio de una nueva política no tendría un efecto práctico inmediato sobre el ejército porque el Pentágono está obligado a continuar reclutando y reteniendo personas transgénero de acuerdo con la ley actual.
Los grupos activistas se han preocupado de que la administración pueda promulgar un alistamiento tan estricto y restricciones a la atención de la salud que haría casi imposible que las tropas transgénero se unan o continúen prestando servicios.
Según las pautas presentadas en diciembre, el Pentágono podría descalificar a posibles reclutas con disforia de género, aquellos con un historial de tratamientos médicos asociados con la transición de género y aquellos que se sometieron a la reconstrucción.
Dichos reclutas podrían ser admitidos si un proveedor médico certifica que han estado clínicamente estables en el sexo preferido durante 18 meses y están libres de angustia o deterioro significativo en áreas sociales, ocupacionales u otras áreas importantes.
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