Con paciencia y un fútbol práctico, Francia se impuso a Croacia por 4 – 2 y consiguió su segundo título del mundo 20 años después del conseguido en su casa en 1998.
El primer cuarto de hora dejó plasmada la superioridad croata en el mediocampo a través de sus dos mejores hombres: Luka Modric e Ivan Rakitic. Los mediocampistas se hicieron dueños del encuentro manejando y administrando el balón a su conveniencia.
Aunque era Croacia la que llevaba las riendas del encuentro, fueron los franceses los que se adelantaron en el marcador. Una falta ejecutada por Griezmann a 30 metros el arco de Subasic fue desviado en propia meta por Mario Mandzukic. Francia se iba adelante al minuto 18.
El gol no amilanó en lo más mínimo a los balcánicos, que encontrarían el empate diez minutos más tarde. Luka Modric envió un centro al área que, después de una serie de rebotes, cayó a los pies de Perisic y el delantero del Inter de Milán sacó un zurdazo inatajable para volver a igualar las acciones.
Pero las emociones no cesaron. Al minuto 35, Néstor Pitana se apoyó en el VAR y decretó penal para Francia por mano de Perisic dentro del área. Antoine Griezmann volvió a ejecutar con maestría y engañó a Subasic para devolverle la ventaja a su selección al minuto 38.
El balón detenido, como a lo largo de todo el torneo, terminó siendo lo más relevante del primer tiempo ya que los tres goles llegaron por esta vía. Antoine Griezmann volvió a demostrar su calidad en este rubro al ejecutar con precisión las dos opciones de las que dispuso.
Los dirigidos por Zlatko Dalic salieron con todo en procura del empate y casi lo consiguen tras un gran pase de Rakitic para Rebic y el delantero, a pesar de ser derecho, sacó un remate de zurda que encontró un manotazo salvador de Lloris para enviar el balón al tiro de esquina.
Kylian Mbappé también tuvo su opción. El delantero dejó botado en velocidad a Domagoj vida por el sector derecho del ataque y se internó en el área donde Subasic estuvo bien atento para despejar el remate.
Tras las dificultades para contener el mediocampo croata y la gran actuación de Rakitic, Didier Deschamps decidió meter mano en el equipo y extrajo del terreno a N’Golo Kanté, quién estaba amonestado, y le dio entrada a Steven N’Zonzi.
A pesar manejar los hilos del encuentro, Croacia no encontró el camino al arco de Lloris y fue Francia la que consiguió otra anotación. Paul Pogba recibió un balón al borde del área y sacó un remate de derecha que se estrelló en un defensa y en el rebote definió con izquierda para ubicar el balón lejos de un Subasic que se quedó sin respuesta.
Kylian Mbappé también se sumó a la fiesta y al minuto 65 sentenció el encuentro. Tras recibir un pase de Antoine Griezmann, el joven francés se perfiló de derecha desde la medialuna y sacó un derechazo inatajable para Subasic.
Pero los croatas, fieles a su alma guerrera, no se dieron por vencidos y conseguirían el segundo gol en los pies de Mario Mandzukic quién aprovechó un error garrafal de Hugo Lloris al intentar eludir al delantero.
El resultado ya no se movería más a pesar de que Croacia buscaría más con corazón que con fútbol un nuevo gol que los acercara al empate. Francia, liderada por un extraordinario Deschamps, se coronó campeona por segunda vez en su historia.
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