La inestabilidad jurídica y económica que vive Cataluña, luego de la victoria del referéndum independentista, ha generado temor en el sector financiero que ahora busca trasladar las principales sedes de grandes compañías a Madrid.
El primero en encender las alarmas, fue el Banco Sabadell, que trasladó su sede a Alicante. Siguiendo sus pasos, otras grandes empresas como CaixaBank, el tercer banco de España, anunciaron su traslado, en este caso a Valencia.
Un reciente decreto del Gobierno español, permite un cambio express de sede sin necesidad de convocar junta de accionistas. De igual forma, Gas Natural también ha anunciado el traslado de su sede a Madrid, y Catalana Occidente se ha mantenido al margen mientras evalúan los acontecimientos.
En el caso de los bancos, la necesidad de trasladar sus sedes a raíz del proceso independentista, surge como una solución para poder seguir operando en la zona euro bajo supervisión del Banco Central Europeo.
No obstante, para Cataluña esta decisión de las grandes empresas financieras, afectará gravemente su economía, empeorando su ya de por sí endeudada situación.
Cataluña debe actualmente cerca de 52.500 millones de euros al Estado, además de otros 24.000 a bancos y asociaciones público-privadas. Una de las consecuencias que advierte el FMI, es un posible descenso de la confianza y las inversiones.
Tanto Standard & Poor’s como Fitch han anunciado esta semana una posible revisión a la baja de la solvencia del Govern, debido a su confrontación con el Gobierno central.
El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha asegurado que se apegará a “lo que dice la ley” tras la votación del 1 de octubre. La ley catalana del referéndum, suspendida por el Tribunal Constitucional, prevé una declaración de independencia tras la victoria del ‘sí’ en la consulta independentista.
El gobierno de Cataluña anuncia la victoria del “sí” en el referéndum