El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, ha tomado las calles con el activista Leopoldo López y un contingente de soldados fuertemente armados en un levantamiento militar. No obstante, Nicolás Maduro sigue desafiante, diciendo que los principales líderes militares le han asegurado su lealtad.
Guaidó aseguró había comenzado la “fase final” de su plan para derrocar a Maduro, y pidió a los venezolanos y al ejército que lo respalden para poner fin a la “usurpación”. “Las fuerzas armadas nacionales han tomado la decisión correcta y cuentan con el apoyo del pueblo venezolano”, dijo Guaidó en un video publicado en su cuenta de Twitter.
Leopoldo López, en su primera aparición pública desde que fue detenido en 2014 por las principales protestas contra el gobierno, dijo: “Este es el momento de todos los venezolanos, los uniformados y los que no” y agregó, “Todos deben venir a las calles, en paz”.
Sin embargo, la rebelión parece tener solo un apoyo militar limitado. Cuando los dos aliados coordinaron las acciones de los vehículos estacionados en un paso elevado de la autopista, las tropas leales a Maduro dispararon esporádicamente gases lacrimógenos desde el interior de la base aérea adyacente de Carlota.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó el levantamiento argumentando que: “Ellos… envían gente a la calle para que haya confrontaciones y muertes. Y luego desde la sangre intentan construir una narrativa”.
Manifestantes en las calles
Una multitud que rápidamente creció a unos pocos miles de personas se escabulló del distribuidor Altamira y reapareció más tarde con Guaidó en una plaza cercana, lejos de los disturbios. Un grupo más pequeño de jóvenes enmascarados se quedó atrás en la carretera, lanzando rocas y cócteles Molotov hacia la base aérea, e incendiando un autobús del gobierno.
En medio del caos, un vehículo utilitario blindado condujo a toda velocidad hacia la multitud. Dos manifestantes, con la cabeza y las piernas ensangrentadas, fueron trasladados en una motocicleta.
Entre tanto, Maduro se dirigió a Twitter para decir que los principales comandantes de las diversas divisiones del ejército le habían asegurado su lealtad. Mientras que el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, alegó que los Estados Unidos probablemente pagaron una guardia para permitir que López escapara del arresto domiciliario.
Anteriormente, el ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, tuiteó que el gobierno estaba confrontando a un pequeño grupo de “traidores militares” que buscaban promover un golpe de estado.
