La suerte ya está echada, se está preparando una guerra proxy en Venezuela, es decir, se va a pelear a través de mercenarios. Ningún país va a colocar ejército, pero todas las superpotencias estarán allí.
A nadie le importa la democracia, ni la suerte del pueblo venezolano, lo que se está jugando es quién se va a quedar con el petróleo y definitivamente, quién va a dominar la zona: EEUU o Rusia, Turquía y China.
No se está pensando en una guerra corta, todo lo contrario, algo que perdure como Siria, Libia, o Irak. Porque aunque no sé crea, la guerra da más dividendos que la paz.
Para nadie es un secreto que EEUU no tiene amigos sino intereses, primero inició con la guerra del petróleo para bajar el precio a nivel mundial, y la táctica le funcionó. Les rompió la economía a Rusia, Venezuela y de paso a países amigos como Canadá.
Luego, ahogó a Venezuela con las sanciones económicas, pero la verdad el país mas rico de Sur América hubiera podido soportar la arremetida gringa, si hubiera tenido unos dirigentes capaces de administrar el erario público.
Sin embargo, Maduro y sus camaradas, son simples dictadores caribeños que se han dedicado a robar y repartir petro-cheques, para buscar apoyos internacionales. ¿De qué les sirvió a los chavistas haberles pagado la deuda externa a Argentina, si Macri fue el primero que les dio una patada en el trasero?
Chávez y Maduro fueron tan torpes, que ellos mismos se echaron la soga al cuello. Destruyeron todo el sistema productivo venezolano, vieron en los empresarios enemigos, acabaron con las empresas, con los puestos de trabajo y llegó el hambre.
Los chavistas tienen en su hoja de vida, que fueron capaces de acabar con la empresa más fuerte de petróleo de Latinoamérica, PDVSA. Volvieron a uno de los países más ricos del mundo, en el más pobre comparado a Haití. Que acabaron la vida de miles de venezolanos, directa o indirectamente, con una hambruna comparada a la de Somalia y una infancia con un alto grado de desnutrición. Pero sobre todo, convirtieron a un pueblo altivo, orgulloso de sus orígenes, en despatriados; en millones de desplazados forzosos, que hoy huyen de la hambruna.
Pero lo peor que han hecho los chavistas, es legitimar la invasión. Medio planeta acepta como un hecho justo la intervención militar, porque como cualquier dictador a Maduro no le quedan muchas opciones sino resistir, o ir a una cárcel.
No obstante, la invasión va a causar mucho dolor, muchas personas morirán solo imagínense como era Siria antes de la guerra y lo que es actualmente. Se equivocan si piensan que Maduro está solo, también tiene apoyo internacional, especialmente de Rusia, Turquía y Cuba países acostumbrados a las guerras.
Para que las armas lleguen a Venezuela, se empezará a hablar en Brasil y Colombia de flexibilizar las normas de ventas de armas. Así podrán entrar legalmente y luego ser trasladadas a Venezuela, sin que se rompa ninguna norma internacional.
EEUU no peleará esta guerra, para eso están Colombia y Brasil, donde hay ejércitos de mercenarios, que han dejado décadas de conflictos internos.
Estoy de acuerdo en que Maduro es un dictador y que debe salir, pero la opción armada es la peor de las vías. Sin lugar a dudas, él se perfila como el próximo Bashar al-Ásad latino, preferirá ver destruido al país en una guerra de años, que renunciar al poder.
