Los presos de una cárcel muy abarrotada en el área metropolitana de Río de Janeiro, tomaron como rehenes a los guardias de la prisión y a otros reclusos durante un motín tras el decreto de intervención militar dictado por Temer.
Los miembros de una unidad SWAT de élite, junto con la policía formaron un perímetro alrededor de la prisión Milton Dias Moreira, donde los presos comenzaron los disturbios el domingo por la tarde, según un comunicado enviado por correo electrónico de la administración penitenciaria del estado de Río.
Los rehenes fueron liberados en su totalidad hacia la medianoche, ocho funcionarios y diez reclusos. También se registraron tres personas heridas, pero ninguna de gravedad. Más de 2.000 reclusos están hacinados en una instalación construida para albergar a menos de 900.
El incidente es el más reciente de una serie de levantamientos mortales en las cárceles de Brasil, que experimentan violencia endémica y están bajo el control de facto de poderosas bandas de narcotraficantes.
Los grupos de derechos humanos han calificado las condiciones carcelarias como
“medievales”, con escasez de comida y celdas a menudo tan pequeñas que los reclusos no tienen espacio para acostarse.
Las autoridades del estado de Río dijeron que harían cambios para aumentar la seguridad de la prisión, aunque no se dieron a conocer los detalles. Los cambios son parte de la intervención del gobierno federal en el sistema de seguridad del estado.
El viernes, el presidente Michel Temer ordenó a los militares tomar el control de la fuerza policial y las cárceles del estado de Río, un decreto que el Congreso debe aprobar, y se espera que lo haga esta semana.
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