Todo lo que se dice de Donald Trump, es absolutamente cierto, sobre todo cuando se hace referencia a que es un hombre de poca ética. Sin embargo, hay que resaltar dos caracterÃÂsticas evidentes durante su corta actuación como presidente de los Estados Unidos: primero, que ha ido cumpliendo lo que prometió en su campaña polÃÂtica y segundo, que la economÃÂa ha empezado a resurgir tras el estancamiento en el perÃÂodo de Barack Obama.
En mis tiempos de universidad, todos los que nos atrevÃÂamos a decir que el modelo del neoliberalismo de los Chicago Boys era todo un fracaso e iba a llevar a la humanidad a una catástrofe sin precedentes, éramos calificados como “comunistas†e inmediatamente pasábamos a ser objeto de todo tipo de represión.
El presidente Trump, ha venido rompiendo con las teorÃÂas del capitalismo neoliberal y está aplicando el proteccionismo. Además de su inversión en infraestructura, y con la presión que ha ejercido en la OTAN, ha engrasado muy bien la maquinaria bélica, generando asàmás empleos en las empresas productoras de armas, lo cual ha creado una buena atmósfera para la economÃÂa.
Los tratados de libre comercio, por lo menos en Latinoamérica, han sido una catástrofe para los productores locales que no tienen cómo competir con sus homólogos. No obstante, ha sido peor con las leyes de derechos de autor porque son el detrimento de los intereses locales, ya que con éstas, las multinacionales ahogan cualquier intento de producción de las empresas en esos paÃÂses.
Un simple ejemplo de ello, es que toda nuestra sabidurÃÂa indÃÂgena sobre plantas medicinales está patentada ahora por las grandes empresas de medicamentos, una comunidad indÃÂgena no podrÃÂa explotar comercialmente sus conocimientos.
A finales de los 80 y comienzo de los 90, hubo un gran auge de reformas constitucionales en los paÃÂses latinoamericanos. Todos creÃÂmos que era un paso en la consolidación de nuestras democracias, pero la verdad es que detrás estaba una gran maquinaria imponiendo el modelo neoliberal, para que nuestras naciones permitieran vender las empresas del Estado, y nos prepararan para el nuevo modelo productivo.
Desde el periodo de Bill Clinton, hasta el de Obama, se protegió la especulación bancaria en contra de la producción en las empresas. Durante este lapso, todo el dinero giró alrededor de las bolsas de valores y no de las compañÃÂas que son las que producen empleos. La realidad es que muchÃÂsima gente perdió su puesto de trabajo y los que pudieron permanecer en sus cargos, se vieron gravemente desmejorados.
El neoliberalismo solo trajo pobreza, destrucción de la naturaleza, concentración de riquezas y desolación en todo el planeta. Volver al viejo modelo del capitalismo no es descabellado, el proteccionismo no es tan malo como lo quieren hacer pensar, no pasar la página con el neoliberalismo es simplemente impensable.