Las autoridades canadienses registraron las oficinas de Volkswagen (VW) en Canadá, como parte de la investigación del trucaje de los motores diésel para evitar las normas sobre emisiones de óxidos de nitrógeno.
El Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de la provincia de Ontario, donde se encuentra la sede de VW Canadá, imputó al fabricante alemán por consentir que sus vehículos no cumplan las normativas provinciales sobre emisiones, denuncia que ha causado una gran polémica debido a que la marca es conocida a nivel mundial.
Tras los descubrimientos en el año 2015 sobre que VW habría instalado un software para poder ocultar las emisiones reales de sus motores diésel, el Gobierno de la provincia de Ontario inició una investigación contra VW y Audi por la venta de vehículos con software para ocultar sus emisiones reales.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Ontario, Chris Ballard, indicó que el descubrimiento se realizó por medio de una serie de registros que son “parte de la investigación en marcha del Ministerio en esta materia”. De igual forma, la empresa alemana reveló que está colaborando con las autoridades, para así lograr esclarecer los detalles del caso.
En Canadá, 105.000 personas se encuentran afectadas por el gran fraude de los motores diésel de Volkswagen. En el mes de abril, los tribunales de Ontario y Quebec admitieron un acuerdo con los afectados canadienses en esas dos provincias, que permite a Volkswagen comprar los vehículos afectados y compensar a sus usuarios.
La famosa fábrica de vehículos, asegura que no estaban enterados de estas modificaciones, por lo que afirman que pueden existir trabajadores involucrados de manera clandestina en la situación. Las autoridades dudan del argumento, ya que es necesario la autorización de los altos cargos para poder llevar a cabo un ensamblaje.
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