Un bombardeo destruyó una escuela en la provincia siria de Idlib, dejando al menos a 22 niños muertos. Rusia ha negado tener responsabilidad de en hecho, mientras que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha calificado el suceso como el peor ataque a una escuela desde que se inició el conflicto bélico.
El director general de Unicef, Anthony Lake, dijo que se trata de: “una tragedia, una salvajada. Si ha sido deliberado, es un crimen de guerraâ€Â. Aunque la organización no ha mencionado quien pueda ser el responsable del ataque, acotó que la escuela fue golpeada en “repetidas†ocasiones y ha exigido iniciar una investigación “inmediata e imparcialâ€Â.
Por su parte el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, considera que se trata de un hecho “horrible†y aunque indicó no tener mucha información al respecto, asegura que su paÃÂs no está involucrado, haciendo referencia a las acusaciones inmediatas que han caÃÂdo sobre Rusia tras el atentado.
En varias ocasiones han sido denunciados presuntos ataques de la aviación siria y rusa contra infraestructuras civiles, sin embargo, ambos han negado responsabilidad en los hechos alegando que sus objetivos son bases terroristas.
La provincia atacada se encuentra bajo el control del Frente de la Conquista del Levante, que es una organización asociada con el grupo terrorista Al Qaeda. Se estima que desde el inicio del conflicto han fallecido más de 300.000 personas, incluyendo mujeres y niños, además, la mitad de la población ha sido desplazada.