El huracán Florence se está dirigiendo hacia el Norte y Sur de Carolina como un huracán de categoría 4, y con él vienen advertencias de evacuación para más de un millón de personas.
Se espera que la tormenta golpee la costa como un huracán importante, que podría causar un daño significativo en la región. Pero también podría estancarse en la zona, al igual que el huracán Harvey en Texas el año pasado, y con eso podrían venir grandes cantidades de inundaciones, incluidas las áreas del interior, así como la costa.
El tamaño de Florence es “asombroso”, advirtió el director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham. “Podríamos cubrir varios estados fácilmente solo con la cobertura de nubes”, dijo Graham. “Esto no es solo un evento costero”.
Mientras que la tormenta en sí misma se espera que sea “extremadamente peligrosa” según los pronosticadores, otro peligro acecha después de que haya pasado la tormenta: contaminación. Según un informe del Environmental Integrity Project, “las secuelas (del huracán Harvey) fueron un desastre ambiental provocado por el hombre”.
El informe, titulado “Preparándose para la próxima tormenta”, dice que 8.3 millones de libras de contaminación no autorizada se filtraron al aire a fines del verano pasado en Texas debido a incidentes relacionados con el huracán.
Los residentes registraron síntomas que incluyen dificultad para respirar, erupciones cutáneas y fatiga. Los contaminantes del aire provenían de las plantas industriales de la zona, muchas de las cuales no se cerraron lo suficientemente temprano y fueron “aparentemente tomadas por sorpresa cuando se cortó la electricidad”, asegura el informe.
Junto con los efectos inmediatos, como un aumento en los ataques de asma y los ojos irritados, los efectos a largo plazo de estos contaminantes en la salud, que incluyen carcinógenos como el benceno, no se conocerán en los próximos años.
“La ciencia es bastante sólida de que si liberas esta cantidad de benceno en el aire, las personas que lo inhalaron tienen un mayor riesgo en el futuro de desarrollar cáncer”, dijo Tom Pelton del Environmental Integrity Project.
Otra área que se contaminó fue el agua de la inundación, que contenía aguas residuales, combustible y contaminantes tóxicos cuando los tanques de almacenamiento fallaban y las plantas de tratamiento de aguas residuales se desbordaban.
El Centro de Control de Enfermedades de EE. UU. también advierte sobre enfermedades infecciosas o productos químicos no seguros que se pueden propagar a través de las aguas estancadas.
“Retire y arroje los paneles de yeso y el aislamiento que se contaminaron con agua de inundación o aguas residuales. Tire los artículos que no se puedan lavar y limpiar con una solución de lejía: colchones, almohadas, alfombras, almohadones de alfombra y juguetes de peluche “, recomienda el sitio web de los CDC.
El informe ofrece algunas sugerencias que pueden transferirse a la próxima temporada de tormentas, incluido el huracán Florence. “En términos de asesoramiento inmediato, diría que probablemente se trata principalmente de contaminación industrial”, destacó Pelton.
Explicó que el informe encontró en Corpus Christi, donde las plantas se cerraron preventivamente, menos contaminantes del aire fueron liberados en comparación con Houston o Port Arthur, donde las plantas no se cerraron antes de la tormenta.
Las plantas en la costa de Carolina del Sur están tomando nota de la tormenta; Volvo Car Group está ordenando una inactividad temporal de su fábrica de automóviles, informa Bloomberg. Otras fábricas de automóviles en el área están monitoreando la situación.
Sin embargo, las empresas y el gobierno deberían buscar respuestas a más largo plazo al informe, indicó Pelton, que incluyen nueva tecnología y nuevas ubicaciones para plantas e instalaciones de tratamiento de aguas residuales.
