Los canadienses pueden estar sintiendo la variación de precios debido a que la inflación subió a 2.4 por ciento en mayo con respecto al mismo mes del año anterior, siendo los precios más altos los de los alimentos.
Los precios interanuales aumentaron en las ocho categorías del índice, con aumentos notables en los precios de los alimentos, un cuatro por ciento más en los 12 meses previos a mayo de 2019 después de haber aumentado un tres por ciento en abril.
El crecimiento más rápido que el promedio en los precios de los alimentos, fue impulsado por un aumento del 16,7% en el costo de las verduras frescas en comparación con el año anterior, así como por un aumento del 2,9% en el precio de la carne.
Los bienes duraderos se tornaron un 2,5 por ciento más caros en el último año, mientras que el costo de los vehículos nuevos aumentó un 4,2 por ciento. Una excepción fue la gasolina, que cayó un 3,7 por ciento en el precio en comparación con mayo de 2018.
La energía fue una de las materias primas raras que bajó de precio en el último año, un 0,1 por ciento en ese lapso. Dentro de eso, la gasolina ha caído un 3,7 por ciento. Si se eliminara el factor de la energía, la inflación habría sido del 2,7 por ciento.
Pero esa cifra de inflación general es notoriamente volátil, fácilmente sesgada por factores individuales. Por lo tanto, la agencia de datos también presenta una tasa de inflación “básica” al tabular el promedio de otras tres sub-tasas con muchos sectores eliminados.
La tasa de inflación subyacente se ubicó en 2.1 por ciento, la más alta registrada desde 2012. La fuerte lectura de la inflación significa que el Banco de Canadá tendrá menos probabilidades de subir su propia tasa de interés de referencia cuando se reúna para establecer su política el próximo mes.
Después de que se publicara el número de inflación el miércoles, los inversionistas tenían una probabilidad de alrededor de un seis por ciento de un recorte de tasas el mes próximo, según datos de Bloomberg.
