Un nuevo análisis forense, asegura que los restos de Amelia Earhart, la primera mujer en volar sola a través del Océano Atlántico, corresponden a los hallados en una isla del Pacífico. Su avión perdió contacto y desapareció en 1937 mientras trataba de dar la vuelta al mundo, y tras décadas de misterio e investigación parece haber una respuesta.
La historia de Amelia Earhart es revolucionaria: fue la primera mujer en volar sola a través del Océano Atlántico, y podría haber sido la primera en volar alrededor del mundo si su avión no se hubiera desvanecido sobre el Océano Pacífico en 1937.
Un nuevo estudio científico afirma que los huesos encontrados en 1940 en la isla del Pacífico de Nikumaroro pertenecen a Earhart, a pesar de un análisis forense de los restos realizado en 1941 que relacionaba los huesos con un macho.
Richard Jantz, profesor emérito de antropología y director emérito del Centro de Antropología Forense de la Universidad de Tennessee, afirma haber examinado de nuevo siete mediciones en los huesos realizadas en 1940 por el médico D. W. Hoodless.
Los huesos fueron revisitados en el estudio “Amelia Earhart y los huesos de Nikumaroro” por el profesor Richard Jantz, siguiendo la hipótesis de quienes especularon que la aviadora murió como un náufrago en la isla después de que su avión se estrelló.
Los restos fueron descubiertos por una expedición británica que exploró la isla para su asentamiento después de que encontraron un cráneo humano, según el estudio. El oficial de la expedición ordenó una búsqueda más exhaustiva de la zona, lo que resultó en el descubrimiento de varios otros huesos y parte de lo que parecía ser un zapato de mujer.
Otros artículos encontrados incluyen una caja hecha para contener un Brandis Navy Surveying Sextant que se había fabricado alrededor de 1918 y una botella de benedictino, un licor de hierbas.
Curiosamente, el licor hallado en la isla era uno de los favorito de la piloto. “Hubo sospecha en ese momento de que los huesos podrían ser los restos de Amelia Earhart”, escribió Jantaz en el estudio.
Cuando los 13 huesos fueron enviados a Fiyi y estudiados por el Dr. DW Hoodless de la Escuela Central de Medicina al año siguiente, Jantz argumenta que es probable que la osteología forense – el estudio de los huesos – todavía estuviera en sus etapas iniciales, lo que afectó su evaluación de a qué sexo pertenecían los restos.
Jantz, al intentar comparar los huesos perdidos con los huesos de Earhart, desarrolló conjuntamente un programa de computadora que estimaba el sexo y el ancestro utilizando medidas esqueléticas. El programa, Fordisc, es comúnmente utilizado por antropólogos forenses en todo el mundo.
El investigador comparó las longitudes de los huesos con las medidas de Earhart, usando su altura, peso, constitución corporal, longitud de las extremidades y proporciones, según las fotografías e información que se encuentran en sus licencias de piloto y de conducir.
Sus hallazgos revelaron que los huesos de Earhart eran “más similares a los huesos de Nikumaroro que el 99 % de los individuos en una gran muestra de referencia”. “En el caso de los huesos de Nikumaroro, la única persona documentada a la que pueden pertenecer es Amelia Earhart”, afirmó Jantz en el estudio.
Con base en estos datos, Jantz cree que “hasta que se presente evidencia definitiva de que los restos no son los de Amelia Earhart, el argumento más convincente es que son de ella”.