La Premier de Alberta, Rachel Notley, considera que la decisión del gobierno federal de comprar el proyecto de expansión Trans Mountain Pipeline por 4.500 millones de dólares “es un importante paso adelante para todos los canadienses”.
La premier publicó un tweet poco después del anuncio del gobierno federal el martes por la mañana, en el que asegura que: “este proyecto tiene más certeza que nunca. ¡No nos detendremos hasta que el trabajo esté terminado! “.
The deal announced today puts people to work building the pipeline right away and it will help us build up the things that matter to working families, such as our schools and our hospitals.
We won’t stop until the job is done. #KeepCanadaWorking #ABleg #ABpoli #Cdnpoli pic.twitter.com/0L8B6jcqPH
— Rachel Notley (@RachelNotley) May 29, 2018
El ministro federal de Finanzas, Bill Morneau, indicó que Kinder Morgan seguirá adelante con su plan original de construir una tubería doble este verano mientras se finaliza la venta, lo que probablemente no ocurra hasta agosto.
Una vez que se complete la venta, Canadá continuará la construcción por sí mismo, con el objetivo de vender el oleoducto una vez que las condiciones del mercado le permitan obtener el mejor precio.
El presidente de la Federación de Trabajo de Alberta, Gil McGowan, explicó que está impresionado con el gobierno federal por “tomar medidas decisivas”.
Export Development Canada financiará la compra, que incluye el oleoducto, las estaciones de bombeo y los derechos de paso a lo largo de la ruta entre Edmonton y Vancouver, así como la terminal marítima en Burnaby, Columbia Británica, donde se carga aceite en buques cisterna para exportar.
El gobierno de Alberta proporcionará fondos para cualquier gasto inesperado que surja durante la construcción. Ha habido una intensa oposición al proyecto por parte de grupos ambientalistas y algunas comunidades indígenas en B.C.
“El gobierno del primer ministro Justin Trudeau acaba de firmar para capitanear el Titanic de oleoductos de arenas alquitranadas, colocándolo en un rumbo de colisión con sus compromisos con los derechos indígenas y el acuerdo climático de París”, dijo Mike Hudema de Greenpeace Canadá en un comunicado.
“Trudeau está apostando miles de millones de dólares de contribuyentes canadienses en un proyecto petrolero que nunca se construirá” agregó. Hudema prometió que el proyecto será cancelado a pesar de la compra del gobierno.
“Dos de cada cinco proyectos de nuevos oleoductos de arenas bituminosas ahora se han cancelado debido a los desafíos legales indígenas y medioambientales, la oposición pública generalizada y los cambios en la economía”, dijo.
El parlamentario Matt Jeneroux de Edmonton Riverbend señaló que mientras ha estado presionando al gobierno “para que afirme su autoridad para construir este oleoducto”, el acuerdo tiene el potencial de estar “atascado en la burocracia” y probablemente le costará a los contribuyentes mucho más de $ 4.5 mil millones.
“Kinder Morgan, una empresa privada, podría haber comenzado en este oleoducto mucho antes, y sin que los contribuyentes estuvieran al tanto de los costos, si el gobierno hubiera reconocido la importancia del proyecto de expansión Trans Mountain desde el principio” aseguró Jeneroux.
Canadá aprobó el proyecto en noviembre de 2016, luego de un proceso ampliado de revisión ambiental que incluyó consultas adicionales con comunidades indígenas y la evaluación de la cantidad de emisiones adicionales que podrían resultar de la producción adicional.
Todos los canadienses deben unirse para apoyar el Trans Mountain Pipeline
