Joel German dice que cuando él y David Saulnier le contaron a la gente su plan de construir casas con botellas de plástico, “nos miraron como si estuviéramos locos” relataron a CBC News. La mayoría de las casas usan madera, clavos, tejas y aislamiento, pero no las de ellos.
Esta semana, el equipo de JD Composites reveló su primer hogar en el río Meteghan, en la costa suroeste de Nueva Escocia. Tiene paredes hechas con losas de plástico de 15 centímetros de espesor. Más de 600,000 botellas de plástico recicladas fueron trituradas, fundidas y formadas en moldes personalizados para las paredes.
“Estás salvando el planeta. Estás salvando los océanos. Estás sacando todo este [plástico] del medio ambiente y haciendo cosas con él”, dijo Saulnier. La construcción también se realizó muy rápidamente. Las paredes se levantaron en siete horas.
El proceso de construcción único también tiene atributos únicos. Las paredes proporcionan tanto resistencia estructural como aislamiento. Los constructores dicen que ayuda a la casa a mantener las temperaturas interiores más del doble de efectivamente que las casas construidas convencionalmente.
Los paneles de plástico de la casa también fueron probados contra vientos más fuertes que un huracán de categoría 5. JD Composites indica que la máquina de prueba maximizó su potencia y que las paredes no se rompieron.
Con todas estas características, la casa todavía cuesta aproximadamente lo mismo que la construcción normal. Los fundadores de JD Composites tienen sus raíces en la industria de la construcción de barcos y han usado muchas de las técnicas y materiales en este nuevo hogar.
“Es un poco un enfoque externo. Tomar de una industria y transferirla a otra. Pensar un poco fuera de la caja y hacer que funcione”, dijo Joel German. JD Composites recibió un préstamo reembolsable de $ 109,000 de la Agencia de Oportunidades del Atlántico de Canadá (ACOA).
Ellos planean cotizar la casa para la venta. Si no se vende, lo pondrán en AirBNB para ofrecer a las personas la oportunidad de alquilar una casa única. “Esperamos que sea el futuro”, concluyó Saulnier.
