Durante las últimas semanas Canadá se ha visto azotada por una ola de frío, que ha afectado de diversas formas la vida de todos los ciudadanos. Hasta 45 centímetros de nieve y 30 milímetros de lluvias se esperan en la región este, al tiempo que algunos sectores podrían ser alcanzados por ráfagas de viento de hasta 170 kilómetros por hora.
La agencia de meteorología canadiense publicó una alerta de tormenta invernal para diversas zonas al sur del río San Lorenzo en la provincia de Quebec. La Ciudad de Quebec, podría recibir entre 25 y 40 centímetros de nieve, además de fuertes ráfagas de viento.
El cuerpo es afectado por las bajas temperaturas
Al enfrentarse a tan bajas temperaturas, las manos comienzan a doler, pero poco a poco disminuye con la perdida de la sensibilidad. Muchas personas sufren de graves quemaduras al bañarse con agua muy caliente, debido a que con la poca sensibilidad no pueden sentir las quemaduras de la piel.
El flujo de sangre se reduce y la falta de sangre caliente puede hacer que los tejidos se congelen y se rompan. Si no se utiliza la ropa adecuada, el cuerpo puede congelarse, por ello se debe utilizar ropa interior térmica y otras ropas que ayudan a que el calor corporal se mantenga por horas.
Es muy común durante estas épocas las enfermedades respiratorias, por lo que las autoridades meses antes de la llegada del invierno, realizan fuertes campañas de vacunación; evitando así que se propaguen resfriados virales.
Los que tienen largas barbas, deben cubrirse el rostro con obligación porque el cabello se congela y acrecienta el frío en el cuerpo.
Mecanismos de defensa del cuerpo humano
El cuerpo humano tiene varios mecanismos de defensa para intentar aumentar la temperatura cuando hace frío. Los músculos tiemblan y los dientes castañetean. Los pelos se erizan y la piel se nos pone de gallina, en una especie de eco evolucionario de la época cuando nuestros ancestros estaban cubiertos de vellos.
El hipotálamo, es la glándula en el cerebro que actúa como termostato del cuerpo, estimula estas reacciones para mantener los órganos vitales del cuerpo, por lo menos hasta que se encuentra algo de calor y un refugio.
La misión del hipotálamo es conservar el calor a toda costa, sacrificando incluso las extremidades si es necesario.
Es por eso que se puede sentir hormigueo en los dedos de las manos y de los pies cuando hace mucho frío. El cuerpo está manteniendo su sangre caliente cerca del centro, restringiendo el suministro de sangre en las extremidades.
El día a día sufre algunos cambios
Los centros comerciales, bibliotecas, museos, entre otros, continúan funcionando con normalidad, pero las escuelas cierran sus puertas, para proteger a los niños del inclemente frío de -30°.
Asimismo, en las calles los vehículos deben ir a una distancia considerable uno del otro, esto como consecuencia del congelamiento de las carreteras, que dificulta el tránsito vehicular. En muchas ocasiones, los autos se salen de las vías y la persona que va detrás del mismo debe esperar a que se reincorpore.
Aunado a esto, los motores de los mismos suelen congelarse, por lo que funcionan por medio de aceites y fluidos que al chocar con el frío extremo, no pueden ejercer su función.
Una mano amiga para los desprotegidos
La historia es diferente para las personas que viven en las calles, enfrentándose de frente con las bajas temperaturas. Por ello, existen Homeless y organizaciones que los acobijan para evitar que se congelen, también la policía hace rondas especiales para localizar a estas personas.
Las estaciones de transporte público sirven de refugio y de hogar para que los conocidos como “sin abrigo”, puedan sobrevivir ante el inclemente frío de las calles.
Otros, recolectan ropa de invierno para los más necesitados, ayudándolos así a mantenerse abrigados durante el invierno. Una de estas iniciativas, consistió en dejar en lugares estratégicos abrigos para climas extremos, para que de esta forma las personas que están en las calles pudiesen encontrarlos fácilmente.