El Sistema educacional inserto en la sociedad, estaba basado en una formación prusiana, donde desde pequeño al ser humano se le ordena sentarse detrás de un escritorio, ofreciendo solo información para llenar su memoria de temas irrelevantes que son parte del adormecimiento a que hemos sido sometidos como humanidad por centurias. Agregándole el ingrediente de que le era imposible moverse de su lugar, porque si lo hacía, de inmediato era diagnosticado con medicamentos que lo dejaban en un estado, en el que no podían discernir nada por sí mismo y de esa forma era fácilmente manipulable.
Con base en esta forma de convertirnos en robots, gran parte de la humanidad comenzó a perder su sentido de originalidad, pues si la persona llegaba a salirse de aquel sistema, de inmediato era erradicado, humillado, ofendido, alcanzando extremos casi de locura como es el hecho de hasta querer eliminarlos, por ser declarados molestos para el sistema.
Frente a esto, las personas fueron manejadas hasta llegar al punto de ser inmovilizados casi por completo. Siguiendo instrucciones que alcanzaban lo absurdo, donde el que cometía un error era considerado casi como un paria social, al que había que erradicar por completo, para evitar que siguiera interrumpiendo o contaminando a los otros con aquella genialidad.
Es el caso de todos los grandes personajes de la historia, cuya labor era mostrar otra forma de conducta que llevara a los seres humanos a una libertad o una comprensión mayor de su propia existencia, fueron asesinados bajo las distintas formas de acusaciones que el sistema con sus secuaces fue inventando, con tal de sacarlos fuera y que por ningún motivo siguieran abriendo consciencias, pues era considerado no solo rebelde, sino pecador, por lo tanto era incómodo para aquellos que sustentaban el poder.
Todo eso se ha mantenido en el tiempo, sin embargo, y esa es la mejor de todas las noticias, la humanidad, maravillosa humanidad, ha ido despertando su consciencia y hoy en día ya no temen ni a ser asesinados, vapuleados u ofendidos, pues las verdades de todas aquellas barbaridades están siendo descubiertas, manifestando la verdad más profunda. Que el ser humano tiene derecho a experimentar, por herencia cósmica y personal, su propia libertad.
Por lo tanto, si hoy se comete un error, la tendencia es enfrentarlo para ser transformado, se está ofreciendo la opción de aprender del mismo, adquiriendo la experiencia, con el objetivo claro de obtener el aprendizaje, con tal de darse la oportunidad y el permiso, de realmente convertirse en un ser verdaderamente feliz e internamente libre.
Conoce tu verdad… y ella os hará libre.
PAOLA RIOSECO PRADO
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