El gobierno de Nebraska aseguró que el derrame de petróleo producido en el oleoducto Keystone en South Dakota no afectará su decisión inminente de aprobar o denegar una ruta para el proyecto Keystone XL.
Una vocera de la Comisión de Servicio Público de Nebraska, declaró que los comisionados basarán su decisión únicamente en la evidencia presentada durante las audiencias públicas y los comentarios públicos oficiales.
Los partidarios y opositores del proyecto argumentaron sus casos a la comisión en una audiencia de cuatro días, realizada en el mes de agosto.
Asimismo, un representante de la Administración de Seguridad de Materiales Peligrosos y Oleoductos del gobierno federal, explicó que ya está en marcha una investigación sobre el derrame de petróleo estimado en 795,000 litros.
Las cuadrillas de TransCanada Corp. cerraron su tubería Keystone este jueves, después de que se detectó una caída en la presión, por la fuga al sur de una estación de bombeo en el condado de Marshall.
Los funcionarios estatales señalaron que la fuga de la tubería enterrada se encuentra en tierras agrícolas y no creen que haya contaminado ningún cuerpo de agua superficial o sistemas de agua potable.
El oleoducto Keyston transporta petróleo desde Alberta a refinerías en Illinois y Oklahoma. Sin embargo, la expansión de Keystone XL ha sido ferozmente opuesta por activistas ambientales, tribus indígenas y algunos propietarios de tierras cercanas.
Por su parte, Greenpeace pidió al gobierno de Nebraska detener la expansión de las tuberías. “Estos oleoductos están destinados a derramarse y ponen en peligro comunidades, agua potable preciosa y nuestro clima. La aprobación de otro oleoducto es un error”, acotó Rachel Rye Butler, miembro de la organización.
