Una investigación realizada por el Grupo de Trabajo Canadiense sobre Atención Médica Preventiva, encontró evidencia que señala que la realización de exámenes anuales preventivos en personas sanas pueden ser perjudiciales.
El estudio involucró a investigadores de todo el país, incluidos el Dr. Neil Bell de la Universidad de Alberta y James Dickinson de la Universidad de Calgary. Los investigadores encontraron que los chequeos anuales “no deberían ser una actividad regular” para las personas sanas.
Asimismo, el autor principal, el Dr. Richard Birtwhistle, expresó que los médicos durante décadas han pedido el fin del chequeo anual para las personas sanas. “En general, cuando las personas sanas y sin síntomas acuden a un médico para un chequeo anual, es poco probable que encuentren anormalidades”, acotó el especialista.
La investigación publicada en el Canadian Family Physician, analizó ensayos previos que datan de la década de 1960 y determinó que ninguno de ellos mostró beneficios claros de esta práctica.
De igual forma, Birtwhistle acotó que los chequeos anuales en realidad pueden ser perjudiciales para la salud de una persona. “Puedes encontrar cosas que en realidad no son importantes para la salud de los pacientes, terminan con más ansiedad por las pruebas y potencialmente conducen al tratamiento de cosas innecesarias” destacó.
En este sentido, el galeno señala que lo ideal sería la adopción de controles preventivos periódicos, para pacientes con riesgos potenciales en algún área de su salud.
Finalmente, considera que los chequeos para personas sanas podrían tener una diferencia de tres a cinco años, con pruebas similares a las de un chequeo anual. No obstante, el informe sugiere que el enfoque anual podría ser “útil para las personas mayores de 65 años”.