El milagro es cuando percibimos en nuestro interior cómo funciona todo, reconociendo que aquello es la estructura que como base aceptamos en nuestro cerebro, el que recibe la información externa y que la asume como propia, haciendo realidad en nuestra vida, algo que de pronto descubrimos no es tan real como se aparenta.
Que quiero decir con esto, que hemos perdido el sentido de realidad a través de la función que nos emite el externo, convirtiéndonos en esclavos de aquello que nos quieren inculcar.
Frente a todo ello, nos vamos haciendo expectativas, las que, al no irse cumpliendo, van generando en el ser humano, la desilusión dañina, que incluso puede aniquilar cualquier propósito de avance de sí mismo o de su propia historia.
El otro día pude observar como un ser daba como base segura para apagar el incendio que, para dejar de quemarse la selva amazónica, había que dejar de comer carne y solo hacer ejercicios, estar activos, e incluso instando a dejar oraciones, meditaciones, rezos o cualquier factor en que las personas creyeran quitándole toda posibilidad de usar el poder creador activo de cada uno.
Sin duda que muchos personajes toman como base en creer que aquella su verdad, es la única, quizás en un fragmento de la totalidad, tengan o no razón, mas no hemos de olvidar que la verdad es infinita y que solo observamos o vivimos una parte ínfima de ella.
Y es allí donde se mantiene a la humanidad en una constante expectativa, que se diluye cuando esta no se cumple, desilusionando el paso siguiente, como casi una obra de arte, para tener que volver a recomenzar en cualquier aspecto de su vida.
¿Y eso no es agotador? ¿Siempre tener que reinventarse para lograr objetivos? me parece que estamos nuevamente siendo instrumentos de esta famosa reingeniería social, donde se ofrecen salvatajes, por un lado, para destruirlos posteriormente y de esta manera estar en una constante lucha.
La libertad del ser humano, está basada en lograr aceptar sus propios talentos, asumir sus dones, generar sus propias instancias y saber reconocer que su poder creador es infinito, que no necesita ser coartado por creencias externas manipuladoras que son parte de una base sin real sustento, aunque aparentemente hacen creer que si la tienen y que para ello emitan amenazas subrepticias, que cohíban o coarten la independencia humana.
Si quiere ser respetado, respétese a sí mismo; si quiere ser amado, ámese a sí mismo y si quiere ser parte del cambio planetario, sea el cambio en usted primero.
PAOLA EUGENIA RIOSECO PRADO
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