Ante un tribunal de Ottawa, compareció un canadiense quien tiempo atrás estuvo cautivo por talibanes afganos durante cinco años. Ahora, enfrenta cargos por agresión sexual, confinamiento ilegal y amenazas de muerte.
Joshua Boyle, de 34 años, se presentó por videoconferencia por menos de cinco minutos en la audiencia judicial. Su abogado Eric Granger, explicó que fue un procedimiento “puramente administrativo” e informó que la próxima audiencia fue pautada para el 8 de enero.
Boyle y la estadounidense Caitlan Coleman, casados desde 2011, fueron secuestrados por talibanes tras su ingreso a Afganistán en 2012, y entregados a su red aliada Haqqani. Su liberación se consolidó en octubre pasado, al igual que sus tres hijos, de entre seis meses y cuatro años de edad, quienes nacieron en cautiverio.
El hombre enfrenta 15 acusaciones, incluyendo ocho por asalto, dos por ataque sexual y dos por confinamiento ilegal. Las otras acusaciones alegan amenazas de muerte, forzar a una persona a consumir una sustancia “peligrosa”, considerada un anti-depresivo, y mentir a la policía.
Todo esto habría sucedido al regresar a Canadá. En una declaración dada al diario Toronto Star, Caitlan Coleman, sin llegar a precisar si fue ella la víctima de las agresiones, expresó que dichos actos se debían “a la tensión y el traumatismo” que generó el secuestro en su marido y “los efectos” de ese drama “sobre su estado mental”.
Los Boyle fueron liberados el 12 de octubre en Pakistán, con sus tres hijos, pero prefirieron no embarcar en un avión del ejército de Estados Unidos y evitar pasar por territorio de ese país.
Desde su llegada al aeropuerto de Toronto, el 14 de octubre, acusaron a los talibanes de asesinar a una niña nacida en cautiverio y violado a su mujer. Esos dichos fueron desmentidos por los talibanes, según los cuales carecían “de fundamento”.
Joshua Boyle defendió por mucho tiempo a Omar Khadr, canadiense capturado en 2002 en Afganistán, con tan solo 15 años de edad, y fue trasladado a la base de Guantánamo, donde pasó varios años antes de ser transferido a Canadá y liberado.
Boyle estuvo incluso casado con Zaynab Khadr, hermana de Omar. La familia Boyle fue rescatada por las fuerzas armadas paquistaníes, luego de haber recibido información de inteligencia estadounidense.