El gobierno estadounidense descartó implementar una polÃÂtica de separación de los menores, que junto a sus padres, cruzan ilegalmente la frontera de México a EE.UU., asàlo dio a conocer, John Kelly, secretario de Seguridad Interior.
Esta polÃÂtica era considerada por el gobierno americano, como parte de la ideologÃÂa de “mano dura†en los temas de inmigración, de la administración que dirige Donald Trump. Sin embargo, ha dado marcha atrás, debido a que podrÃÂa vulnerar derechos humanos y propiciar traumas psicológicos duraderos.
En una comparecencia en el Senado, Kelly explicó, que la separación no serÃÂa rutinaria y que solo tendrÃÂa lugar si la “situación en el momento lo requiere†y la “vida del niño estuviera en peligroâ€Â, por ejemplo, si una madre estuviera enferma o fuera adicta a drogas.
No obstante, el secretario manifestó que es una orden verbal y considera necesario crear un protocolo que puntualice en qué situaciones podrÃÂa tener lugar la separación de padres e hijos.
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Un hecho que motivó a cambiar esta medida, que se habÃÂa anunciado a principios de marzo, fue el gran descenso que tuvo el número de indocumentados que cruzan la frontera de México a EE.UU.
La cifra dada por la policÃÂa fronteriza estadounidense, registró la cantidad de 16.600 indocumentados, lo que supone es la estadÃÂstica más baja en 17 años, según dijo Kelly en el Senado.
Según información publicada en el diario español El PaÃÂs “la justicia estadounidense declaró el pasado julio que los niños deberÃÂan ser liberados lo antes posible, pero no obligaba a que los padres también lo fueranâ€Â.
Asimismo, durante el gobierno de Barack Obama se estableció que padres e hijos no podÃÂan pasar más de 21 dÃÂas en un centro de detención migratoria.
En la actualidad, las familias están un máximo de tres semanas a disposición de las autoridades y permanecen en el territorio americano hasta que se resuelva el hecho de su acceso ilegal.