La compañía Imperial Oil, se ha comprometido a reducir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero de sus operaciones de arenas petrolíferas en un 10 por ciento para 2023, mediante el uso de nuevas tecnologías.
La compañía hizo el compromiso el martes en su centro de investigación en el sudeste de Calgary, donde un equipo de científicos y técnicos de la empresa investigan y prueban nuevas formas de mejorar la huella ambiental y la economía de producción asociadas con sus operaciones de arenas petrolíferas.
El gerente general, Rich Kruger, informó a los periodistas que la reducción de la intensidad de emisiones respecto de los niveles de 2016 se logrará mediante el uso de nuevas tecnologías en las operaciones in situ de Imperial en Cold Lake, así como las mejoras en la confiabilidad en su instalación minera de arenas petrolíferas Kearl.
“Este ya no es el betún de tus abuelos”, dijo Kruger. “Lo que estamos haciendo es tomar una mina de arenas petrolíferas y esencialmente producir un barril de hidrocarburo que tenga el mismo nivel de intensidad que el barril promedio refinado en América del Norte hoy en día”.
Kruger aseguró que se podrían lograr mayores reducciones si la compañía continúa con su proyecto de arenas petrolíferas Aspen de 75,000 bpd y $ 2,400 millones, que actualmente se encuentra bajo revisión regulatoria.
Imperial planea usar una nueva tecnología de drenaje por gravedad asistida con solvente en Aspen, que según Kruger podría reducir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero y la intensidad del uso del agua hasta en un 25 por ciento, en comparación con la tecnología tradicional de drenaje por gravedad asistido por vapor.
Imperial también está evaluando la primera aplicación comercial de su proceso de solvente cíclico, que fue el tema de un piloto de varios años por $ 100 millones en sus instalaciones de Cold Lake y que la compañía señala que podría reducir la intensidad de emisiones hasta en un 90 por ciento en algunas áreas casi eliminando el uso de vapor.
Las inversiones de la compañía en tecnología tienen como objetivo hacer que Imperial sea más competitivo desde el punto de vista comercial y también ayudarán a la empresa a cumplir con las nuevas reglamentaciones ambientales.
Sin embargo, Kruger explica que el nuevo estándar de combustible limpio propuesto por el gobierno federal -que requerirá reducciones en la intensidad de las emisiones del ciclo de vida en general para todos los combustibles utilizados en el transporte, la industria y los edificios- tendría un impacto “importante” en las operaciones de Imperial.
“Impactaría eso y afectaría a cada uno de nosotros… nuestro costo de vida y nuestro calentamiento de nuestras casas, conducir nuestros vehículos y todo lo que hacemos cada uno de nosotros”, dijo.
Kruger expresa que le complace que el gobierno federal haya decidido retrasar la publicación de las reglamentaciones propuestas bajo el estándar de combustible limpio hasta 2019, para permitir más consultas.
De igual manera, indica que continúa presionando tanto al gobierno federal como al provincial sobre la necesidad de un marco regulatorio que no solo permita que las empresas canadienses sean competitivas, sino que también les brinde la confianza que necesitan para invertir en el crecimiento.
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