La policía india arrestó el martes a cinco activistas por su presunta vinculación con rebeldes maoístas en redadas en sus casas y oficinas en varios lugares del país.
La policía también acusó a los cinco de pronunciar discursos que desencadenaron protestas y violencia entre dalits de casta baja y grupos de derecha cerca de la ciudad occidental de Pune en diciembre. El gobierno señala que los rebeldes maoístas, que están activos en varios estados, son la mayor amenaza de seguridad interna de la India.
Los rebeldes, inspirados por el líder revolucionario chino Mao Zedong, han estado luchando contra el gobierno indio durante más de cuatro décadas, exigiendo tierras y empleos para los arrendatarios, los pobres y las comunidades indígenas.
Los arrestados el martes fueron el poeta en telugú Varavara Rao en Hyderabad, Vernon Gonzalves y Arun Farreira en Mumbai, y Gautam Navalakha y Sudha Bhardwaj en Nueva Delhi y una ciudad vecina, dijo la agencia de noticias Press Trust of India.
La ofensiva del gobierno fue condenada por Aakar Patel, director ejecutivo de Amnistía Internacional India, quien aseguró que los arrestos amenazaban los valores fundamentales de los derechos humanos.
“Todas estas personas tienen un historial de trabajo para proteger los derechos de algunas de las personas más pobres y marginadas de la India. Sus arrestos plantean inquietantes preguntas acerca de si están siendo blanco de su activismo “, dijo Patel.
Amitabh Behar, CEO de Oxfam India, señaló que el gobierno debería proteger los derechos de las personas a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica en lugar de crear una atmósfera de miedo.
Por su parte, la policía aseveró que los cinco activistas arrestados el martes incitaron a Dalits, miembros de la casta más baja del hinduismo, a contrarrestar a los grupos de derecha en una manifestación el 31 de diciembre, lo que provocó violentos enfrentamientos que dejaron una persona muerta.
En junio, la policía arrestó a otros cinco activistas por su presunta incitación a los dalits, que han sido marginados durante siglos y obligados a realizar trabajos considerados inaceptables por otras castas.
El prejuicio de casta es endémico en la India de mayoría hindú, a pesar de que la Constitución prohíbe la práctica y ha convertido en un crimen punible con hasta un año de prisión.
