El primer ministro de Kerala señala que las personas están en una “gran lucha para reconstruir sus vidas después de la inundación”. Asimismo, los trabajadores humanitarios advirtieron que podrían pasar días antes de que todo el alcance de la destrucción quede claro.
Aunque las lluvias han cesado en los últimos tres días y las inundaciones están retrocediendo, vastas franjas del estado tropical -conocidas por sus pueblos idílicos y hermosas playas- permanecen bajo el agua o cubiertas de barro, y muchas personas no tienen agua potable ni electricidad.
“Sabemos que las necesidades humanitarias son enormes, pero pasará un tiempo hasta que sepamos cuán grande es”, dijo Ray Kancharla, del grupo de ayuda Save The Children, en un comunicado el martes. “Techos y paredes se han derrumbado, las carreteras han sido completamente arrastradas”.
Estimó que podría llevar “más de una semana” antes de que los efectos de la devastación sean claros. Las lluvias torrenciales comenzaron a azotar a Kerala el 8 de agosto, más de dos meses después de la temporada anual de los monzones, desencadenando inundaciones devastadoras que dejaron más de 200 personas muertas y a más de 800,000 huyendo a tierras secas.
“La gente de Kerala está en una gran lucha para reconstruir sus vidas después del diluvio”, dijo el primer ministro del estado, Pinarayi Vijayan, enviando sus saludos para la fiesta musulmana de Eid al-Adha. “Que este Eid sea una inspiración para todos ellos”, publicó en Twitter.
En la isla de Kunjunnikkara, a unos 20 kilómetros de Kochi, cientos de musulmanes sin inmutarse por las inundaciones se reunieron el miércoles en una mezquita local para las oraciones de Eid. También rezaron en un cementerio cercano por aquellos que perdieron la vida en las inundaciones.
