Proporcionar una red de seguridad nacional para los canadienses de bajos ingresos en la forma de un ingreso básico garantizado (GBI por sus siglas en inglés), costaría aproximadamente $ 43 mil millones al año, según sugiere un nuevo informe del regulador fiscal del Parlamento.
El Oficial de Presupuesto Parlamentario (POB por sus siglas en inglés) publicó su estimación el martes por la mañana, describiendo el impacto financiero de un programa de ingresos básicos basado en el modelo piloto actual de Ontario.
El informe fue solicitado por el crítico de finanzas conservador Pierre Poilievre. “El ingreso garantizado por discapacidad oscilará entre $ 3,2 mil millones y $ 3,5 mil millones” explicó.
Pero eso no tiene en cuenta el dinero que el gobierno federal ya está gastando en apoyo a los canadienses de bajos ingresos y grupos vulnerables, que el PBO estima en alrededor de $ 32.9 mil millones al año. Un programa GBI reemplazaría esos apoyos.
Una vez que resta $ 32.9 mil millones de los $ 76 mil millones en gastos brutos de GBI, el costo neto para los contribuyentes de la implementación del plan de ingreso garantizado es de $ 43.1 mil millones. Pero podría ser aún más bajo si el GBI fuera administrado por el gobierno federal en cooperación con las provincias.
El gasto total del programa del gobierno federal para el año fiscal 2016-2017 fue de $ 287,2 mil millones. El PBO pronostica que más de 7.5 millones de canadienses se beneficiarían de un programa GBI nacional. El costo anual por persona oscilará entre $ 9,421 y $ 10,169 para cada uno de los próximos cinco años, estima el informe.
