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Mujeres marroquíes son abandonadas por sus esposos por padecer de cáncer

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El código de familia marroquí (La Mudawana), aprobado en 2004, permite la poligamia.

En el año 2015 le diagnosticaron cáncer de útero a Fátima, pero esto no fue lo único que tuvo que enfrentar, a las semanas su esposo le pidió por escrito que le concediera su permiso para poder casarse con otra mujer.

Aunque suene cruel, el código de familia marroquí (La Mudawana), aprobado en 2004, permite la poligamia, pero especifica que debe ser bajo el consentimiento de la primera esposa. En primera instancia Fátima no quería firma, pero su marido alegaba que su esposa debía atenderlo y cuidar de la casa.

Su hija, de 21 años tuvo que abandonar sus estudios para poder cuidar de las consecuencias de su enfermedad. “La primera vez que salí de mi ciudad fue para venir con mi madre al hospital, en Rabat. Mi padre se quedaba solo y se quejaba de que nadie se ocupaba ni de él ni del ganado. En noviembre pasado mi madre firmó el papel aceptando que él se case con otra. Pero puso dos condiciones: que él le siga pagando el seguro médico y que me deje continuar mis estudios en la universidad”, relató la joven.

Al quedar sin ningún apoyo económico recibieron la ayuda de Jadiya El Qorti,. Fuente: Francisco Peregil

Al quedar sin ningún apoyo económico recibieron la ayuda de Jadiya El Qorti, una mujer de 76 años que inició una casa de acogida hace diez años en Rabat para enfermas de cáncer. “He visto muchos casos en los que el marido rechaza a las esposas cuando padecen cáncer de pecho y, sobre todo, de útero”, señaló El Qorti.

La iniciativa comenzó cuando su fundadora cuidaba a su esposo con cáncer, en un hospital de la ciudad. Durante ese tiempo, pudo ver como gran cantidad de mujeres acudían al lugar sin dinero y enfermas, por lo que debían dormir en los jardines o en las afueras del centro de salud.

Actualmente, ofrece comida y techo a más de 20 mujeres. “En la mayoría de las ocasiones, en cuanto a ellas se les diagnostica el cáncer los maridos les piden permiso para casarse con otra. Ellos dicen: o me firmas o me divorcio. Y ellas terminan firmando porque necesitan el seguro médico que pagan ellos. En cuanto la nueva esposa entra en casa la enferma ya queda marginada porque es la otra quien se encarga de hacer los trabajos de la casa”, explica.

La profesora Rajaa Aghzadi, cirujana canceróloga y fundadora de la Asociación Marroquí de Lucha contra el Cáncer de Seno, indicó que el abandono por parte de los maridos es más visible en las familias.

“Ahora es menos frecuente ese abandono porque los tumores se encuentran antes y porque hay una mayor toma de conciencia y la gente sabe que el cáncer puede tocar a cualquiera. Aunque sigue habiendo hombres que prefieren dar la espalda a la mujer y a su enfermedad”, puntualizó la especialista.

De igual forma, aseveró que existe otro tipo de abandono “menos visible, más sutil, pero igual de grave: el marido que se queda cerca de la mujer, pero sin darle ningún apoyo psicológico y sin muestras de deseo”.

 

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