En una rueda de prensa llevada a cabo este lunes en Washington Mike Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos, ha advertido que su país planea aplicar a Irán “las sanciones más fuertes de la historia”.
La idea del Gobierno comandado por Donald Trump es ejercer “una presión financiera sin precedentes a Irán” si no cambian su comportamiento. Destacó que las sanciones impuestas la semana pasada contra el Presidente del Banco Central de Irán, Valiollah Seif, son “solo el comienzo”.
El anuncio de las sanciones se da luego de que a comienzos de mayo Donald Trump haya anunciado que Estados Unidos se retiraba del acuerdo nuclear firmado con Irán en el 2015 y que involucraba también a Reino Unido, China, Francia y Rusia como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante el discurso, el líder de la diplomacia estadounidense declaró que su país no busca renegociar el acuerdo nuclear de 2015 sino que prefiere lograr un tratado con los iraníes y que esté aprobado por el Congreso de los Estados Unidos para garantizar su permanencia.
Pompeo adelantó que una vez que las sanciones entren en vigencia Irán deberá “luchar para mantener su economía viva” y elegir entre mantener su economía a flote o seguir “derrochando su riqueza y vidas preciadas en el extranjero” porque no tendrá recursos para hacer ambas cosas.
El diplomático también aseveró que Estados Unidos está dispuesto a levantar esas sanciones siempre y cuando Irán logre un tratado permanente con su país que acabe con su enriquecimiento ilícito de uranio, su programa de misiles balísticos y su apoyo a grupos terroristas como Hezbollah.
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