Las tasas hipotecarias fijas han caído precipitadamente en las últimas semanas, ya que el costo de financiar esos préstamos se ha abaratado. Los bancos y otros prestamistas obtienen el dinero que prestan en hipotecas al tomarlos prestados en el mercado de bonos, y los rendimientos de los bonos a cinco años han estado cayendo desde fines de 2018.
Un bono del Gobierno de Canadá a cinco años, rendía solo 1,45 por ciento el lunes. Es la primera vez que la cifra ha estado por debajo del 1,5 por ciento desde el verano de 2017.
Los rendimientos de los bonos se están reduciendo en gran medida porque los inversionistas creen que las perspectivas para la economía son escasas, por lo que esperan que las tasas de interés comiencen a bajar.
Asimismo, estos rendimientos más bajos de los bonos, generalmente “no son una buena señal desde el punto de vista económico”, dice Janine White, vicepresidenta del sitio web de comparación de tasas, Ratesupermarket.ca, “pero es excelente para los prestatarios hipotecarios”.
Esto se debe a que los costos financieros más bajos permiten que los bancos reduzcan sus tasas hipotecarias para intentar atraer a los prestatarios. Las tasas variables se mueven hacia abajo también, aunque por diferentes razones.
A diferencia de las hipotecas de tasa fija que se inspiran en el mercado de bonos, las hipotecas de tasa variable tienden a moverse junto con lo que está haciendo el Banco de Canadá.
Por su parte, los inversores apuestan a que el banco central pronto estará bajando su tasa, no subiéndola. Los inversores en instrumentos financieros conocidos como swaps de índice de la noche a la mañana tienen un precio con cero posibilidades de alza este año, pero una posibilidad en cinco de un recorte en julio y hasta un 44 por ciento en septiembre.
