El domador de circo, Ettore Weber, murió el pasado 4 de julio tras ser devorado por cuatro tigres a los que entrenaba en ese momento.
El hombre de 61 años, que trabajaba en el Circo Orfei, en Italia, se encontraba ensayando uno de los espectáculos del circo cuando uno de los felinos saltó hacia él derribándole. Los otros tres animales se abalanzaron después sobre el domador, y todos ellos atacaron su cuerpo durante 30 minutos, haciendo imposible el rescate de Weber.
Cuando los servicios sanitarios pudieron llegar a él no pudieron hacer nada para salvar su vida debido a la gravedad de las heridas y un gran daño en su espina dorsal.
Weber, que era conocido en todo el mundo como uno de los mejores entrenadores, tenía programado actuar con el Circo Orfei hasta el 14 de julio en la localidad italiana de Triggiano, y estaba casado con Loredana Vullcanelli, dueña del Circo Weber.
Este lamentable suceso, saca a relucir nuevamente el debate sobre si se debe permitir el uso de animales en espectáculos. Los circos han tenido un largo historial de maltrato animal y en general, estos animales tienen instintos salvajes y obligarlos a actuar de cierta manera desencadena acontecimientos trágicos como este.