Las cláusulas de confidencialidad históricas firmadas por las víctimas de abuso sexual a manos del clero de la Arquidiócesis de Edmonton no se aplicarán y las nuevas víctimas no serán obligadas a firmarlas como parte de cualquier futuro asentamiento, informó el arzobispo Richard Smith.
La noticia llega después de que la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos reveló un amplio documento con 69 recomendaciones destinadas a actualizar los protocolos en todo el país para combatir el abuso sexual contra menores.
Además de las cláusulas de confidencialidad de los asentamientos, Smith señaló que la arquidiócesis publicaría en su sitio web detalles sobre casos pasados de abuso sexual, en línea con las leyes de privacidad como un nuevo compromiso con la transparencia dentro de la iglesia.
La Arquidiócesis de Edmonton no ha sido “inmune a esta plaga” de abuso sexual con varios ex clérigos acusados y condenados por delitos de mala conducta sexual, explica Smith.
El arzobispo señala que muchas de las recomendaciones publicadas en el documento de 181 páginas publicado el 4 de octubre se habían implementado durante mucho tiempo en su arquidiócesis. Sin embargo, dos temas centrales, la responsabilidad y la transparencia, han impulsado nuevos cambios.
Dijo que la cultura de secreto que rodeaba el abuso sexual en el pasado se había basado en el “deseo equivocado de proteger la reputación de los individuos y de la iglesia en general, el deseo del clero de proteger a sus hermanos y el temor de alertar a otras víctimas y crear más denuncias”.
“Las víctimas a las que se les ofreció una compensación o acceso a asesoría tenían que firmar acuerdos de confidencialidad. En otros casos, se les advirtió verbalmente que no hablaran de su experiencia”, argumenta.
Smith expresó que la arquidiócesis reconoce que “para curarse, las víctimas necesitan poder hablar libremente sobre lo que han experimentado. “Como obispo, comparto el dolor y la vergüenza de esa traición y estoy personalmente comprometido a hacer todo lo posible para evitar tales traiciones en el futuro”, dijo.
La conferencia de prensa se llevó a cabo el mismo día en que la arquidiócesis dio a conocer información sobre un ex sacerdote católico que trabajaba tanto en Edmonton como en Calgary, quien había sido retirado de sus deberes a raíz de reclamos de mala conducta sexual en su contra de un menor de edad y un adulto en Vancouver. No hay cargos penales contra el sacerdote en ese caso y las acusaciones no están probadas.
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