Crescent Point Energy Corp. anunció que planea reducir su fuerza laboral en un 17 por ciento, vender algunos activos de infraestructura y reducir su deuda en más de $ 1 mil millones para fines de 2019.
La compañía con sede en Calgary señala que la reducción de la fuerza de trabajo disminuirá los gastos en más de $ 50 millones anuales, pero no aclaró cuántas personas se verían afectadas. Según una presentación reglamentaria, tenía 1.085 empleados permanentes a fines de diciembre, incluidos 462 en su oficina central.
Crescent Point también confirmó que Craig Bryksa es el nuevo presidente y director ejecutivo, quien reemplazó al veterano consejero delegado Scott Saxberg de manera interina en mayo. “Esta reestructuración es difícil, sin embargo, necesitamos ajustar la organización para que coincida con nuestras necesidades comerciales actuales”, dijo Bryksa en un comunicado.
“Todos estamos enfocados en ejecutar nuestro plan de transición y estamos entusiasmados con el futuro de Crescent Point” expresó. La compañía añadió que se enfocará en sus juegos de recursos de Viewfield, Shaunavon y Flat Lake y continuará avanzando en las jugadas emergentes y tempranas en las áreas de Uinta Basin y East Shale Duvernay.
También está revisando la venta de algunos activos de infraestructura. En la junta directiva de Crescent Point, Robert (Bob) Heinemann reemplaza a Peter Bannister como presidente. Los nombramientos de un nuevo presidente y CEO son parte de una revisión de gobierno que se dio a conocer anteriormente y que comenzó a fines de 2017.
A principios de este año, los accionistas de Crescent Point rechazaron una lista de directores disidentes presentada por Cation Capital Inc., que había criticado a la compañía y sus políticas de compensación.
La compañía notificó el miércoles que se espera que la reciente reestructuración de su equipo ejecutivo reduzca la compensación anual para los cinco ejecutivos más altos actualmente pagados en un 20 por ciento en comparación con 2017.
