Sesenta y nueve contenedores de basura, enviados a Filipinas pero mal etiquetados y rechazados por las instalaciones de ese país, volverán a Canadá para ser quemados en el incinerador de conversión de residuos de energía de Metro Vancouver en Burnaby.
Metro Vancouver, en una declaración del viernes, indicó que quemar la basura era la opción más sostenible para el medio ambiente. Agregó que la basura es en su mayoría de plástico y papel mezclados con “bajos niveles” de contaminantes como la electrónica y los desechos domésticos.
“Durante décadas, la Planta de Residuos de Energía de Metro Vancouver ha procesado de manera responsable el material de desecho de las aerolíneas internacionales y las industrias navieras, así como otros materiales designados para su eliminación segura por la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos”, dijo el presidente de la junta de Metro Vancouver, Sav Dhaliwal.
Asimismo, como un valor agregado, la quema de basura produce electricidad para el metro de Vancouver. El distrito regional explicó que la incineración de residuos en energía produce suficiente energía para suministrar el equivalente a 16,000 hogares en la región.
La quema de las 1.500 toneladas de basura, continuó, equivaldría a dos días de trabajo para el incinerador. Metro Vancouver cobrará al gobierno federal, que coordina la devolución de la basura, su tarifa estándar de manejo de desechos especiales de $ 250 por tonelada.
Un portavoz del distrito regional señaló que la basura será inspeccionada en busca de desechos peligrosos antes de ser quemada, una vez en el Puerto de Vancouver a su llegada y otra vez por el personal de Metro Vancouver y la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos en el incinerador.
Cualquier material peligroso o “de otro modo inaceptable” encontrado no será quemado. Dependerá del gobierno federal organizar la eliminación de esos materiales, indicó el vocero.
