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No todo es color de rosa pero lo podemos pintar

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Cuando escucho la historia de muchos emigrantes me veo reflejado en ellas y recuerdo esos primeros años donde todo era tan oscuro, cuando nada me daba alegría. Emigrar no es fácil, es una serie de despedidas, cerrar puertas y abandonos que son dolorosos, crean inestabilidad y nos presentan un sombrío panorama.

Hace muchos años, leí un análisis que decía que una gran cantidad de inmigrantes, a los cinco años abandonan el país y se devuelven para su tierra de origen. Esta conclusión se basaba en dos principios: el  primero es, que después de los primeros seis meses en que se termina la etapa de enamoramiento, esa en la que se llama a todo el mundo para que vengan a vivir aquí porque este es el paraíso,  viene una etapa emocional muy dura.

Esta segunda etapa, se asemeja a una montaña rusa de emociones, por la mañana uno se siente triunfador, exitoso y luego por la noche, destrozado como si todo fuera un gran error, allí es donde afloran más las ganas de devolverse a su país natal.

El estudio señalaba también, que la gente esperaba cinco años y se iba, porque este era más o menos el tiempo que se necesitaba para obtener la nacionalidad. Con los nuevos cambios a la legislación, este proceso tomará más años.

Muchos otros que no se marchan, recorren todo el país como si estuvieran huyendo permanentemente. Cuando alguien les dice que va a vivir en otro sitio, desean empacar maletas y huir una nueva vez más, como si el problema fuera geográfico, pero en realidad el problema es interno.

Uno de los principales choques con el modelo de vida canadiense es que todo es muy lento, sin embargo, el problema no es de ellos sino de nosotros. Por cientos de años el  pueblo canadiense ha albergado y acogido a miles de nuevos emigrantes, por lo que históricamente, ya saben como recibirlos e incluirlos en esta sociedad.

Cuando yo llegué a Canadá, sentí que iba a 120 kilómetros por hora y me estrellé contra un muro de ladrillos. Hoy, si pudiera volver atrás trataría de disfrutar de todas las bondades que Canadá tiene para sus nuevos inmigrantes, me preocuparía menos por el futuro y aprovecharía al máximo todo lo del presente.

Nada es  fácil, pero quiero recordarles que millones están tratando de vivir en Canadá. Si usted está acá, es de los pocos privilegiados que tiene la oportunidad vivir en uno de los países mas maravillosos del mundo.

Desé tiempo, disfrute lo que tiene, recuerde que cada momento que se deja pasar no volverá. Únase a una iglesia, sea voluntario, salga con los suyos  a los parques, disfrute, que todo va a llegar a su debido tiempo. Aprenda a pintar de color esos días grises.

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César Rendón, es abogado, director de una fundación en Canadá. desde el 2008 es el Editor en jefe del periódico La Prensa de Canadá. Se le otorgo un reconocimiento por parte del Cónsulado de Colombia en Calgary, la Cámara de Comercio Latina de Alberta, galardono en el 2011 a La Prensa como mejor medio de comunicación.