Parte de la educación humana, consiste en ser formateado para vivir en un constante futuro. Cuando somos pequeños, tenemos que prepararnos para ir al colegio y buscar una educación que sea adecuada para el nivel que desarrolla su entorno, luego viene la segunda etapa que es el estudio secundario, pensando siempre en obtener buenas notas para ingresar a la tercera etapa que es la universidad.
Una vez completada la fase final, viene la pre-ocupación de donde va a utilizar aquellos conocimientos adquiridos en la universidad o en una formación técnica. Si nos damos cuenta, todo está en función de un futuro permanente.
Una vez que ya hemos desarrollado algunos aspectos, existe otra instancia en que seguimos viajando en el futuro, perdiendo la maravillosa opción de disfrutar solo el instante presente.
He aquí la trampa, pues de tanto ocuparnos del futuro, perdemos lo más importante, que es ir en el presente: Basta con observar en la cotidianeidad los actos simples, pues tan solo el levantarnos en la mañana, estamos ocupados en el aseo personal, mas es insólito, pues tan solo al lavarnos los dientes, estamos pensando en que tengo que hacer en el trabajo, o que quedo pendiente para de una u otra forma, terminar de completarlo.
Y así, en un suma y sigue, nuestra vida está basada en una constante pre-ocupación, en lugar de ocuparnos en lo importante que es este aquí y ahora.
Todos estos actos, nos inducen a ser seres automatizados, robotizados, en que todo el hacer está basado en acciones mecánicas que nos roban la energía constantemente.
Sin embargo, existe una forma de tomar consciencia y esta consiste en estar atentos a solo aquello que vamos efectuando, en base a lo mismo. Los resultados son increíbles, pues al dejar las preocupaciones de lado, los actos del instante se vuelven mucho más efectivos y el tiempo se torna a favor nuestro, pues aquello que hicimos sin prestar atención a lo importante o lo necesario, contribuyen a que perdamos el foco y nos volvamos dispersos, en circunstancias que al estar enfocados en solo lo que se está desarrollando, la acción se torna mucho más rápida y concreta.
Nada hay más gratificante que actuar en consciencia, pues debiera ser el real y único objetivo de desarrollar la vida de manera que se torne más liviana, efectiva e ir en un paso a paso redescubriendo la serenidad que como humanidad hemos perdido.
Enfoque su energía en lo sustancial de su presente y vera que tendrá grandes logros en corto tiempo. Usted y todos merecemos vivir en paz y armonía.
PAOLA RIOSECO PRADO
www.tuconmigo.cl